Vacuna contra la enuresis infantil (mojar la cama)

<p>Vacuna contra la enuresis infantil (mojar la cama)</p>

MAURO CASTILLO
Las generaciones pasadas de madres entrenaban desde temprana edad a sus hijos para que pudiesen controlar el vaciado de la vejiga en horas nocturnas después de los 12 a 18 meses. Recordamos las pequeñas sillas con su apoya-brazos delante para colocarles alimentos y juguetes.

En medio del asiento existía el hueco donde se les colocaba la pequeña bacinilla para hacer sus necesidades fisiológicas al sentarse cierto tiempo después de haberles suministrado su alimentación en los diferentes períodos de cada jornada.

Con ese sencillo programa los niños terminaban condicionados de tal manera que al sentir el deseo de la evacuación expresaban las que se convertían en sus primeras palabras “pipi”, “pupu” junto a papá y mamá.

La presión del tiempo en la vida agitada que a todos nos acorrala en las urbes modernas generó la aparición de los blancos pañales y luego los pañales desechables donde envolvemos nuestros niños durante el día y la noche, rodeado además por el frío de los aires acondicionados y sin el temor de mojar en exceso la cama o el embarre que produce el vaciado de los intestinos dentro o fuera del hogar.

A pesar de los pañales desechables, se puede lograr que el niño pueda alcanzar un control voluntario del vaciado de la vejiga y evitar que se convierta en enurético por mucho tiempo, lo que puede afectar su autoestima, pues se hace molestoso y hasta vergonzoso que ya con cierta edad necesite proveerse de los clásicos pañales desechables donde quiera que tenga que ir.

Para evitar todas estas molestias sugerimos un programa o plan que le llamamos Vacuna contra la enuresis.

PRIMER PASO:
A los niños debe suspendérseles la ingesta de liquido en exceso (leche, jugos, refresco, etc.) a partir de las 6 de la tarde.

SEGUNDO PASO:
Los padres deben exigirles que hagan pipi antes de irse a la cama lo que deben comprobar, pues a veces el niño lo olvida.

TERCER PASO:
Uno de los padres tendrá que sacrificarse y levantar al niño o niña entre 1 y 2 de la mañana y ponerle a hacer “pipi”.

Este esfuerzo debe mantenerse durante 2 o 3 semanas si se puede comprobar que ya el niño o niña ha logrado un control definitivo de la uretra.

CUARTO PASO:
Recomendar a estos pacientes que traten de evitar orinar a cada instante durante el día para que puedan de esta manera darles elasticidad a la vejiga.

QUINTO PASO:
En aquellos casos en que la aplicación de esta vacuna no sea eficiente, sería muy conveniente una evaluación psicológica para determinar el grado de ansiedad que prevalece en la personalidad del niño y poner en práctica algún tipo de programa psicoterapéutico, luego de ponderar los resultados que arroje la clásica anamnesis que podrá dar luz sobre las razones causales que impiden la solución del problema de la típica enuresis infantil.

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