MAURO CASTILLO
Los errores educativos cometidos por cantidad de padres que ignoran cómo manejar de manera correcta el complejo proceso de la educación de sus hijos y de otra parte, las actitudes burlonas que prevalecen en casi todos los niños hacia sus compañeros de aulas en los primeros años de escolaridad, que algunos llaman el sadismo infantil, ha llevado a una cantidad significativas de personas a recordar con amargura sus años de educación primaria y gran parte de la secundaria donde los compañeros les bautizaron con nombres o motes que los marcó para siempre por haber herido sus autoestimas dada la fragilidad del débil yo de cada uno de ellos.

Esa Instancia básica que comienza a estructurarse a muy temprana edad en cada criatura, la cual frena y modera a las otras dos Instancias el Infra-yo y el super-yo dando lugar a la edificación de una personalidad estable y equilibrada, según la clásica teoría elaborada por el famoso médico austriaco SIGMUND FREUD, padre del Psicoanálisis. Para el descubridor de los conflictos inconscientes reprimidos que todos guardamos dentro, el Infra-yo está compuesto por nuestras pulsiones instintivas de carácter sexual o agresivas y el Super-yo constituye todas las normas morales y sociales que nos permiten llevar una vida civilizada dentro de la sociedad.

En nuestra casuística hemos tratado múltiples casos cuyos pacientes han llevado una vida sufrida, tortuosa y depresiva anonadados por conflictos muy heterogéneos. Veamos una breve síntesis de estos casos:

a) Un niño de 9 años que cursaba el 3er curso de primaria tenía unas orejas muy pronunciadas, que se destacaban más porque tenía una cabeza pequeña y siempre le cortaban el pelo bien bajo. Los compañeros lo bautizaron con e nombre de Orejas de Parábolas, en aquella época que comenzaban a ponerse de modas las grandes parábolas para disfrutar de las nítidas imágenes del telecable en nuestras pantallas de la televisión.

El asedio era tal para el niño que cada mañana él se resistía retornar a su escuela. Para enfrentar está situación traumática del niño acordamos recomendar a los padres cambiar de Colegio hacia uno más pequeño y menos numeroso en cuanto a la población infantil. En el nuevo Colegio el niño se integró con facilidad a su grupo más pequeño en el cual se sentía como en familia y sus grandes orejas pasaron desapercibidas.

b) Una joven profesional de 25 años de edad, soltera recién graduada como Administradora de Empresas fue designada para trabajar dentro del tren administrativo del Estado en una d e las tantas Secretarías. En los primeros meses de trabajos, los familiares notaron que retornaba a la casa muy abatida y deprimida. Los padres se alarmaron y al cuestionarla sobre las razones de su disgusto laboral, explicó que muchos de sus compañeros se burlaban de su nariz y notaba que se juntaban en grupo para reírse de ella y hasta llegaron a tomarle fotos de su extraña nariz. Los padres alarmados pensaron que esto podía obedecer más bien a algún conflicto emocional. Fue referida a nuestra consulta. La recibimos de inmediato y nos explicó cómo había observado que varios de sus compañeros de trabajo se burlaban de la feura de su nariz y nos ratificó que habían llegado a tomarle fotos para reír a carcajada, actitud que ella estaba convencida que se referían a ella.

En próximas sesiones le pedí que nos señalara las partes de su cuerpo que ella encontraba bella y le satisfacían. Nos habló de su cabello, de su cuerpo y de sus piernas, que siempre le habían dicho que eran atractivas, al final analizamos de acuerdo con ella que su nariz era relativamente normal. Luego de varias sesiones de psicoterapia y una cortas vacaciones de descanso en San Fco. de Macorís su estado emocional comenzó a cambiar y recientemente se ha sentido muy bien y se ha integrado al trabajo venciendo sus ideas delirantes y hasta alucinatorias de burlas y toma de fotos de su nariz.

c) Un joven de 28 años recién graduado en la UASD, con buena estatura, muy bien parecido y además muy inteligente consultó por depresiones e ideas de suicidio y cierta timidez.

Posee unas orejas relativamente pequeñas con relación a lo normal, hacia cuyos órganos él piensa que todo el mundo lo observa de manera prioritaria. Además estuvo haciendo ejercicios físicos para desarrollar el pecho y la espalda en forma atlética. El joven ha seguido un amplio programa psicoterapéutico. Ha superado bastante su timidez llegando a participar como analista en un programa de televisión de jóvenes lideres. Recalcaba que había recibido poco cariño de parte de su padre y la única persona que le daba mucho amor y lo valorizaba era su abuelo, pero este falleció hace cierto tiempo.

Las vacunas conductuales que hemos elaborado deben ser administradas o aplicadas a los sujetos con la misma actitud preventiva y precoz que se adoptan con las vacunas biológicas.

A) La génesis del yo comienza a organizarse desde muy temprana edad y se aprecia con las rivalidades y celos fraternales conflictos en que los padres deben ser muy cautos con todos los hijos, evitando las preferencias hacia los varones o las hembras de manera marcadas y el rechazo o aparente rechazo o severos castigos hacia el hijo o hija mayor porque debió poner el orden o actuar con mayor discernimiento, lo que evitaría los resentimientos que pueden perdurar para siempre, tornándose en una idea fija que constituye el convencimiento de un hijo de que su padre siempre lo odió y lo menospreció.

B) Evitar los epítetos desvalorizantes o infantilezantes desde los primeros años de vida. Cada niño debe llamársele por el nombre consignado en su acta de nacimiento, dejando detrás los apodos o los nombres infantilizantes: El Rubio, El Negrito, La Reina, La Niña, La Chichi, El Flaco, La Mami, etc.

C) En la propia cultura de muchos pueblos existen actitudes y prejuicios desvalorizantes arraigadas desde sus orígenes, que ha bloqueado el anhelo de superación de tantas personas que se tornan fatalistas y llegan a depositar su única esperanza en el juego de azar. Basta analizar el número de Bancas que han saturado nuestro país.

Exhortamos a todos los padres a que les den mucho amor a sus hijos y que les repitan de manera constante en forma individual: Tu serás un triunfador, tu serás un brillante profesional, me siento muy orgulloso de ti. sabemos que tu pondrá en alto el nombre de la Familia y finalmente saber escuchar sus ideas aunque luzcan soñadoras.

Por el contrario no tilde a su hijo de loco, sin vergüenza e irresponsable sin antes revisar sus métodos educativos o buscar ayuda profesional.