Vacunarse contra la neumonía es la mejor prevención

Vacunarse contra la neumonía es la mejor prevención

Uno de los problemas de salud  existentes a nivel mundial en los países subdesarrollados, y específicamente en el nuestro, son las enfermedades infecciosas. Éstas constituyen las principales causas de muerte en la población general, pero son más frecuentes en los niños. Tal es el caso de la neumonía, una infección en los pulmones (en las vías respiratorias bajas), causada por la bacteria llamada neumococo.

“Actualmente es la  enfermedad que más mata a los niños menores de 5 años de edad”, señala el doctor Jesús Feris Iglesias, presidente de la Fundación Dominicana de Infectología, quien asegura que desde hace once años existe una vacuna conjugada que se puede aplicar a partir de los dos meses de edad para evitar ese problema.

Según señala el doctor Feris, en los países donde se ha aplicado la vacuna denominada Prevenar 13, se han reducido considerablemente los casos, no sólo de neumonía, sino también los de meningitis. Y en ese sentido, expresó que a propósito de que el pasado viernes se celebró el Día Mundial contra la Neumonía, se está promoviendo esta vacuna preventiva, ya disponible en el país, y que es considerada  como el “nuevo estándar de prevención”.

“Estamos trabajando para que sea incluida en el programa ampliado de inmunizaciones, porque es única manera de que se les puede ofrecer a los pobres. Los niños  ricos la tienen a su alcance, y queremos que los pobres también la tengan”.

Siempre se escucha decir que la higiene es, la mayoría de veces, preventiva; en el caso de esta enfermedad  posiblemente no juegue un papel determinante, pues como explica  Feris: “No importa que nos cuidemos en casa, pues si vamos por las calles y una persona tose o estornuda muy cerca de nosotros, es probable que nos contagiemos”.

Reiteró  que en cuestión de prevención, la única solución es ponerse la vacuna.

 Síntomas.  Los enfermos de neumonía presentan una tos que produce una flema verdosa o amarilla y  fiebre alta, que puede ir acompañada de escalofríos.

La fatiga también es muy común, y    dolor torácico agudo o punzante que aparece o empeora cuando se respira hondo. 

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