Reproducimos un extracto del discurso pronunciado por el ex presidente de Costa Rica Oscar Arias, en el acto de reconocimiento que se le hizo por haber introducido cuatro nuevas vacunas en el calendario del PAI de Costa Rica durante su mandato. Este reconocimiento fue otorgado por la Sociedad Latinoamericana de Infectología Pediátrica encabezada por su presidente, el dominicano Dr. José Brea y la Iniciativa de Vacunas Sin Fronteras, representada por la amiga, Dra. María Luisa Ávila, ex Ministra de Salud de Costa Rica, el 7 de junio del presente.

“…Hay paz en cada campaña de vacunación infantil. De verdad son pocos los casos sublimes que nos recuerdan que la paz es posible, como vacunar a un niño. Vacunas sin fronteras y paz sin fronteras son sinónimos. La cruzada de la Sociedad Latinoamericana de Infectología Pediátrica no sólo es una cruzada por la salud, sino también por la paz…”.

“…A menudo me asombra la facilidad con que fluyen las armas entre los países, pero lo difícil que puede ser que lleguen las vacunas a lugares alejados del mundo o de nuestra región. He insistido en que los recursos que se gastan en armas y soldados, se inviertan en educación y en salud.

Eso es algo que Costa Rica sabe que es posible… Apelando a un pequeño trozo de mi biografía, un recuerdo de infancia que creo que comparto con muchos de ustedes, y que revela cuánto ha avanzado nuestro país en el curso de una generación, es la triste imagen de un compañerito de escuela corriendo detrás de una bola de fútbol intentando alinear una pierna robusta y musculosa, con otra delgada como una espiga. ¿Cuántos de nosotros no acudimos luego de ese juego a nuestros hogares, a preguntarle con angustia a nuestra madre qué tenía nuestro compañero de escuela? Y nuestra madre pronunció entonces una frase ya extinta: “tuvo polio hace unos años”.

“El hecho de que yo recuerde algo que resulta tan arcaico para mis hijos, es por sí mismo una señal de desarrollo. Enfermedades como ésta, y muchas otras, que durante milenios cobraron la vida y las oportunidades de millones de personas, son hoy un atavismo gracias a las campañas de vacunación de los gobiernos alrededor del mundo.

Costa Rica se enorgullece de estar en la vanguardia de ese movimiento. Muchas son las razones que nos han permitido encabezar las listas de prevención por vacunación en Latinoamérica. Sin duda, una de ellas es el haber abolido las Fuerzas Armadas hace 63 años. Hemos comprado medicinas en lugar de municiones. Hemos construido clínicas en lugar de cuarteles. Los jóvenes costarricenses no llevan en su cuerpo cicatrices de guerra, rastros de la indiferencia de un gobierno que valora en muy poco su vida. Llevan, en cambio, una cicatriz de paz, la marca que porta todo costarricense en el brazo derecho, como consecuencia de una vacuna administrada pocos meses después del nacimiento…”.

“Los políticos, al igual que los médicos, debemos preocuparnos por la salud de las personas. Cada vez que alguien muere en cualquier parte del planeta por culpa de una enfermedad prevenible, la comunidad científica recibe una llamada de atención. Pero ante todo la recibe la comunidad política. Porque la razón por la cual más de un millón de personas muere anualmente de malaria no es médica, sino política. La razón por la cual casi un millón de personas contrae tétano en ese mismo periodo no es médica, sino política.

La razón por la cual la tuberculosis es extendida principalmente en países en vías de desarrollo no es médica, sino política. Sé que eso es algo que ustedes tienen muy claro, pero lamentablemente no es algo que tengan muy claro todos los políticos del mundo, que insisten en privilegiar otros gastos por sobre la inversión en prevención de la enfermedad y promoción de la salud…”

Gracias al amigo y colega Dr. Luis Alam por enviarme el discurso completo.