Valencia “planta” sus “fallas” para celebrar la llegada de la primavera

Valencia “planta” sus “fallas” para celebrar la llegada de la primavera

 VALENCIA, ESPAÑA (EFE).- Las calles de la ciudad mediterránea de Valencia se han llenado de ruido y color con la “plantᔠde los “ninots”, figuras de cartón y madera que critican la sociedad y la política actual y que, como manda la tradición de las fiestas de Las Fallas, serán pasto de las llamas el día de San José.

La ciudad es, desde hace unos días, el punto de encuentro de valencianos y visitantes que se agolpan para contemplar los recién levantados monumentos, participar en las clásicas “mascletás”, que hacen estallar cientos de kilos de pólvora cada día, o degustar el típico chocolate con buñuelos de calabaza.

Este año son 15 los monumentos falleros que compiten en el concurso de la sección especial, que reúne a los más grandes, con presupuestos que oscilan entre los 309.400 y los 143.000 dólares, y con alturas de entre 18 y 30 metros.

Los asuntos que critican estas peculiares esculturas son muy variados y tratan de la ciudad de Valencia, el culto al cuerpo, el amor, la política nacional y local, la ecología, la crítica social y aquellos acontecimientos que afectaron a los españoles en el último año. Cada uno escoge un escenario y, así, algunos se ambientan en la antigua Roma, el espacio, el mundo de los cuentos o la prehistoria.

Además de estos enormes monumentos, se han construido hasta 380 fallas en Valencia y sus alrededores, pero también se unen a esta fiesta ciudades de todo el mundo como Buenos Aires, Mar de Plata o Mendoza en Argentina, Nottingham en el Reino Unido o París.

Sólo una de las figuras se salvará de las llamas y no arderá durante la noche del próximo día 19 en la “crema”, en la que todos los monumentos serán pasto del fuego poco después de medianoche.

La preparación de esta fiesta dura casi un año, pues unos días después de San José las “comisiones falleras” comenzarán a preparar el monumento y los detalles de las Fallas del año siguiente.

Las fiestas mueven un total de unos 47.320 millones de dólares que se reparten entre los gastos de monumentos, flores, pirotecnia, indumentaria, música e iluminación.

Los artistas falleros utilizan en la construcción de las fallas y sus figuras, los “ninots”,  alrededor de 1.314.562 kilos de cartón, 1.246.533 kilos de madera y 389.260 kilos de pinturas y barnices en la elaboración artesanal de enormes esculturas que arderán en unos minutos en una gran hoguera prendida en la noche del 19 de marzo.

El origen de las fallas se remonta a viejas prácticas del gremio de los carpinteros, que quemaban los trastos viejos la víspera de San José para conmemorar la llegada de la primavera, hasta que el rito fue extendiéndose por los diferentes barrios de la ciudad y se convirtió en la gran fiesta que hoy constituye.

Así un año más el ruido y la música invaden la ciudad de Valencia y sus alrededores durante cuatro días, en los que las calles se llenan de vecinos y foráneos que se divierten y disfrutan de los petardos, de la ofrenda de flores a la virgen de los Desamparados, conocida como “Geperudeta”, o del festival de fuegos artificiales de la llamada “noche del fuego” del 18 de marzo. EFE

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