Madrid. EFE. El Atlético de Madrid rozó la remontada en los cuartos de final de la Copa del Rey, aunque de nada le sirvieron dos goles en los primeros veinte minutos contra el Valencia, que consiguió una sufrida y balsámica clasificación por los tantos fuera de casa para calmar su crisis de las últimas semanas.

   La intensidad y el intercambio de golpes marcaron un partido que mantuvo su emoción hasta los instantes finales y que favoreció al Valencia, que respondió en el momento oportuno ante los dos primeros tantos del equipo local y que logró su billete para semifinales, gracias a su triunfo en el choque de ida.

   El Atlético, que hace una semana perdió en Mestalla por 1-0, necesitaba al menos un gol. Y pronto lo encontró, en el minuto 10 y en su primera ocasión, un centro del uruguayo Diego Forlán desde la banda derecha que entre el brasileño Fabiano Eller y el valencianista Miguel acabó en la portería visitante.

   No había hecho demasiado el conjunto rojiblanco hasta ese momento, porque el Valencia tenía el control de la pelota y ofrecía las mayores sensaciones de peligro, pero el equipo madrileño recuperó su efectividad, esa pegada casi infalible de hace un par de meses, para equilibrar la eliminatoria… y encarrilarla. 

Las frases
Diego Forlan

Esperábamos este momento, pues queríamos pasar a la ronda semifinal de la Copa del Rey, ya que es una oportunidad para demostrar la calidad del equipo”.