Validación Codeteliana de reprimendas de Attali

Validación Codeteliana de reprimendas de Attali

No es dable aprovechar espacios brindados por los medios para asuntos personales. Pero lo señalado en el Informe Attali referente al sentimiento de abandono ciudadano por las instituciones públicas y al pobre desempeño empresarial privado – arriesgando a que la nación no tenga una “segunda oportunidad” (sic) – convierten cualquier vía crucis  personal en interés general.

A principios de año y después de seis de servicios, CODETEL comenzó a facturar, sin autorización, a nuestra firma, cargos por publicidad en páginas amarillas. Luego de honrar lo facturado por dos meses, acompañados de reclamos verbales; le escribimos advirtiéndole que la publicidad no solo no nos era necesaria sino  perjudicial.  CODETEL se negó a recibir la comunicación refiriéndonos a la empresa editora de páginas amarillas aunque asignó, informalmente, un número de reclamación cuyo seguimiento se tornó vano y desesperante por la cadena de transferencias y la rápida e inentendibles voces de operadores. Copia de la comunicación fue depositada en INDOTEL bajo la pasada administración sin reacción alguna.

CODETEL siguió facturando inmutablemente, agregándole cargos financieros que mantiene por meses subsiguientes, por lo que la firma decidió cancelar el contrato mediante otra comunicación igualmente ignorada.

A mediados de año, la empresa que edita páginas amarillas tuvo el descaro depositar en el local de nuestra firma un formulario-contrato para el período que transcurre, ya editado; lo cual fue formalmente protestado.

La firma no tuvo más opciones que resistirse a pagar. CODETEL transfirió entonces la “deuda” por publicidad unilateralmente impuesta, al celular de la firma. Como represalia a nuestra resistencia, CLARO, cuya factura llega en sobre distinto al de CODETEL, desactivó el celular. Otra protesta fue elevada, negándose nuevamente a recibirla anotando: “destinatario incorrecta….CLARO CODETEL solo presta labores de cobro…” aún cuando deja prestar servicios que pregona. Intentamos remitir copia a PROCONSUMIDOR pero tampoco la recibieron, informándonos un procedimiento a seguir conteniendo 13 documentos. La copia enviada en esta ocasión a INDOTEL bajo nueva administración, encontró disposición de resolver aunque todavía sin resultados.

Termina el año. El celular de la firma sigue desactivado;  validando lo de Attali: abandono ciudadano, desconfianza institucional  y pobreza empresarial.

Y con dominicanos más indefensos: Condenados a aceptar arbitrariedades de empresas, hasta de tres en una, quien sabe si para practicar trucos fiscales ante burócratas indolentes. Dudosos que “para servirle” sea realidad y no engañifa o cliché publicitario. Convenciéndose, por su procedencia mexicana, que “el respeto al derecho ajeno es la paz” sea expresión auténtica. Con más riesgos para la “segunda oportunidad”

Ojalá que las reprimendas francesas no sean vistas por funcionarios y empresarios como viga en ojo ajeno.

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