Indiscutiblemente, Jacques Attali es uno de los intelectuales franceses con una formación académica elaborada y una sapiencia universal excepcional; sin embargo, esto no fue óbice para que el Informe presentado por Attali Associés sobre la República Dominicana 2010-2020 en su esencia es, lamentablemente “más de lo mismo”.  En otras palabras más llanas: “llovió sobre mojado”.

   Asistido por seis expertos internacionales, a saber: Aprille Arnould; Mathilde Lemoine, Jeffrey Owens, Mario Pezzini, Marc Stubbe e Ian Whitman; así como, de los dominicanos Rafael (Pepe) Abreu; Rosa Rita Álvarez; Carlos Asilis, José Luis Corripio y Eduardo Jorge Prats, se redactó este informe de 144 páginas, en el cual se le hace una serie de señalamientos al Gobierno Dominicano, que bien pudo haber sido hecho por un equipo de economistas, sociólogos y especialistas en mercadotecnia, que le hubiese economizado a nuestro erario la suma de, según fuentes extraoficiales, un millón de dólares.

   Remacharnos que la situación eléctrica es catastrófica con un fraude muy importante; que el Estado está muy endeudado o que la industria nacional no responde a la demanda interna porque importa masivamente y por lo tanto hay un desempleo endémico y además, existe una política de salud pública poco eficaz, es casi como descubrir “el hilo en bollito”.   Pero las enjundiosas reflexiones no se quedan en esas sentencias.  También del lado positivo afirma, que hay un turismo floreciente y que hay un incremento de las exportaciones hacia el mercado estadounidense, además de estarse haciendo grandes esfuerzos en una política de protección del medio ambiente.

   Pero, en donde descubrió el “helado en palito” es cuando sentencia con la autoridad que le confiere su condición de ciudadano francés, que en el país existe un mercado informal considerable.  En cuanto a la educación expresa: “es una sociedad poco educada y aún no preparada para el futuro”.  Todo esto para cual oráculo repetirnos: “la criminalidad va en aumento”.

   En su favor también podemos decir, que las 77 iniciativas propuestas en el extenso informe se llevarían a cabo en un período de diez años, lo cual a nuestro humilde entender es un lapso de tiempo suficiente para enmendar cualquier entuerto.

   De paso por París, adquirí la última obra de Jacques Attali, en francés: “Demain, qui gouvernera le monde?”, terminada de imprimir por Ediciones Fayard en marzo de 2011.  Recalco esta fecha para señalar la poca importancia o ninguna que le mereció al señor Attali su informe sobre la República Dominicana terminado en octubre de 2010 y sin embargo en la lista de obras del autor que aparecen al final de esta obra, se señala que él ha escrito: 25 ensayos; 2 diccionarios; 7 novelas; 5 biografías; 2 obras de teatro; 1 cuento para niños; 5 memorias; 5 informes (en donde no aparece del dominicano) y 2 libros bellos o de lujo.

   ¿No creen ustedes amables lectores, que Atalli debió incluir el Informe Dominicano?  Si no lo hizo, es porque no está conforme con lo escrito, ya que al ser festinado, sólo importaba cobrar la suma contratada y entregarlo según su parecer “a una sociedad poco educada y aún no preparada para el futuro”.  ¡Pobre Gobierno Dominicano víctima fácil de cualquier encantador!