El director del Centro de Agronegocios del Instituto Tecnológico y Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), de México, valoró la importancia de la asociatividad entre los productores y señaló que es un mecanismo que permite a los individuos establecer relaciones para lograr objetivos comunes sin afectar la autonomía de los participantes.

El ingeniero José Gaitán Gámez externó la apreciación en una video-conferencia dictada desde la sede del ITESM y recibida en la Sala Virtual del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INDRHI) por su director ejecutivo, ingeniero Frank Rodríguez, gerentes y presidentes de Juntas de Regantes.

La actividad forma parte de un ciclo de video-conferencias sobre agronegocios que realiza el INDRHI con el objetivo de capacitar a los usuarios de riego del país. En las mismas expertos del Tecnológico de Monterrey exponen sus experiencias e interactúan con los invitados. El experto citó entre los propósitos de la asociatividad resolver problemas comunes y compartidos de manera conjunta, adoptar diversas modalidades jurídicas, organizacionales y empresariales y promover el sano equilibrio de la cooperación y la competencia.

Además, mejorar la productividad y competitividad en los mercados, aprovechar oportunidades, contrarrestar amenazas, capitalizar fortalezas y reducir debilidades. El catedrático dijo que desde el punto de vista empresarial, la asociatividad procura alianzas formales constituídas entre dos o más organizaciones con el fin de emprender negocios originados a partir de oportunidades capitalizadas a través de relaciones permanentes que se desarrollan como una forma de sociedad entre los participantes.

Impacto de la asociativivad

Gaitán sostuvo que en los países donde los productores se han asociado, incluyendo a México, los resultados han sido altamente positivos, al tiempo de señalar que la confianza entre los participantes es básica para lograr buenos resultados.

Respecto a las formas de la asociatividad en agronegocios mencionó el desarrollo de proveedores, los contratos de producción, las empresas  integradoras, las alianzas estratégicas, así como las cadenas, redes y clusters.

Afirmó que los protagonistas de los vínculos de agronegocios son los productores, la organización asociativa, que se encarga de agrupar para producir o comercializar; el Estado que promueve y participa directa o indirectamente en algunos de los vínculos, y terceros, que negocian con los productores, con la organización asociativa o con el Estado.

Entre los factores estructurales que impiden la asociatividad citó un bajo nivel de vinculación, desbalance en tamaño y nivel de desarrollo, rezagos en infraestructura y desconocimiento del mercado, falta de una visión empresarial y bajo uso de la tecnología, desconfianza, resistencia al cambio y falta de liderazgo genuino. Al finalizar la exposición del profesor de la ITESM, el director ejecutivo del INDRHI exhortó a los miembros de las juntas de regantes a pasar de la agricultura individual a la asociativa, y recordó que desde hace tiempo viene abogando por este cambio que es de mucha importacia para los productores y para el país en sentido general.