El representante residente del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Lorenzo Jiménez de Luis, valoró el inicio en el país del Plan de Regularización de Extranjeros, lo que evidencia una voluntad para tratar a los inmigrantes con respeto. De manera específica, Jiménez elogió la suspensión de las deportaciones, la emisión de visados para trabajadores migrantes y estudiantes y la creación de oficinas de atención a extranjeros y la campaña publicitaria para orientar a los inmigrantes.

Sin embargo, mostró su preocupación por la población nacida en el país de padres extranjeros, sobre todo haitianos, que están en una situación de vulnerabilidad “enorme” luego de la sentencia del Tribunal Constitucional 168-13, que desconoce la nacionalidad a aquellos cuyos progenitores se encontraban en situación irregular.

“Es una situación muy delicada, habrá que ver el plan de naturalización cómo responde a esa situación crítica de esos ciudadanos”, expresó Jiménez. Recordó que pese a las controversias que generó la sentencia, se trata de una decisión emitida por un poder soberano y Naciones Unidas no puede ir más allá.

Indicó que además de la posición, a través de diversas agencias, el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Kin Moon, realizó una llamada al presidente Danilo Medina para que usara las capacidades del equipo de la ONU, para reducir o palear el impacto negativo que la sentencia pudiera tener en sectores de la población.