Por MARIO MÉNDEZ
Los valores en circulación del Banco Central sumaron RD$148,529 millones al 31 de enero pasado. A una tasa de 35 por uno, eso representa unos US$4,243.6 millones. Como los valores en circulación del Banco Central son una deuda considerada líquida, que de acuerdo a la ley monetaria y financiera debería ser asumida por el gobierno central, el monto de esa deuda, en adición al servicio de la deuda contraída por éste, más el déficit del sector eléctrico, obligan una política del gasto público extremadamente austera y muy mesticolosa en el orden de las prioridades.

El servicio de la deuda externa absorberá en el año 2006 la suma de RD$62,918 millones y el subsidio al sector eléctrico alcanzará los 20,500 millones de pesos, de acuerdo a informaciones ofrecidas por el secretario de Finanzas, Vicente Bengoa.

Esto quiere decir que en el 2005 será un año que impone grandes retos en el manejo de las finanzas públicas.

La percepción es hay entre agentes económicos es que la recuperación económica va por buen camino, pero que dado que los recursos son limitados, los problemas financieros son grandes y el momento muy delicado, el gobierno deberá afinar su puntería el manejo del gasto público.

A esto se atribuye que la misión del Fondo Monetario Internacional (FMI) que visita el país esté concentrando su atención en la deuda del Banco Central y en el déficit del sector eléctrico.

El FMI parece percibir que con avances en la solución al problema de la deuda del Banco Central y el déficit del sector eléctrico asegura el cumplimiento del acuerdo stand by vigente, y hará más manejables los acuerdos adicionales que se firmarían con ese organismo internacional, una vez termine el actual.

De acuerdo a consultas hechas, contrario a su posición anterior de mucha flexibilidad en el manejo de la solución a la deuda del Banco Central, esta vez el FMI busca comprometer al gobierno a hacer un mayor esfuerzo para enfrentar ese problema.