Si bien es cierto que en decoración hablamos de mobiliario, espacios y piezas, no podemos dejar atrás lo detalles, esas pequeñas cosas que hacen posible las grandes diferencias.
Si hablamos de luz, pues ¡que se haga! No solo pensar en las entradas de luz natural y la colocación correcta de la iluminación artificial para potenciar el color y las texturas, vamos un poco más. Con los cristales sucios o empañados jamás lograremos que el paso de la luz sea el adecuado. El amoníaco mezclado con agua y un papel periódico te ayudarán a mantenerlos relucientes.
Igualmente hay que prestar atención a las superficies. Si el mobiliario se ve sucio o manchado, no valdrá la pena el esfuerzo de combinaciones y paletas de color. Los muebles de terminaciones en acero inoxidable pueden limpiarse fácilmente con un paño y aceite de bebé, recuperan el brillo y se van las manchas. Puedes hacer lo mismo en la nevera, topes de cocina y patas de acero.
Si tienes madera tanto en interiores como en el exterior, es un material natural que tiende a opacarse y verse con humedad. Debe limpiarse regularmente con jabones neutros o productos especiales para su mantenimiento. Si ya luce descolorida, entonces es el momento de barnizar.
Nuestras piezas decorativas son la cereza del pastel pero si están deterioradas o rotas solo serán de estorbo. Por mucho cariño que le tengas a esa pieza especial puede tener una vida útil y si llegó su momento hay que cambiarla.
Hay reparaciones que gritan a la vista cuando ya en necesario tomar cartas en el asunto.
Si hay filtraciones, tuberías rotas; es preferible posponer el cambio del sofá y hacer los arreglos necesarios pues este tipo de problemas nos afea el espacio y generalmente tienden a complicarse. Las untas de los manubrios y de las griferías del baño al igual que la de los pisos deben lucir impecables. Los inodoros, duchas y lavamanos por igual deben estar relucientes y sin manchas.
Los espejos deben reflejar por lo que no pueden estar empañados.
Las lámparas deben despolvarse con mucho cuidado cada cierto tiempo. Además de mantener el orden y la higiene hay detalles que deslucen nuestras estancias como las terminaciones en los textiles.
Con esto me refiero a ruedos de cortinas rotos, cojines descosidos y alfombras deshilachadas.
Parece mentira pero una experiencia agradable en un espacio incluye el tacto, dejemos atrás las toallas rígidas, añadir bicarbonato al lavado puede suavizarlas. La ropa de cama debe estar limpia, suave y perfumada para que descanses plenamente.
Siempre toma en cuenta los pequeños puntos que te ayudan a disfrutar de tu hogar y de la inversión que haces en las cosas que te gustan, así las tendrás por más tiempo.