¿Vamos hacia la anomia?

¿Vamos hacia la anomia?

(2 de 2)

Los dominicanos padecemos hoy más que nunca y cada día más, el flagelo del caos en el tránsito terrestre en ciudades y carreteras, la ciudad capital apenas se libra de tapones antes de las siete de la mañana y luego de las siete de la noche porque no hay visibles voluntad política de organizar ese pandemonium que cuesta tanto derroche innecesario de combustibles, que no se decide eliminar las chatarras del concho, que solo en la capital los motoristas, en un 80% haitianos ilegales, transitan con cascos.

La anomalía en la judicatura con los procesos suspendidos por la Suprema Corte de Justicia del senador Félix Bautista y Víctor Díaz Rúa, acusados de graves indelicadezas en los desempeños de sus funciones de manera especial el primero que cuando inició sus compromisos públicos en 1996 declaró un patrimonio de RD$7 millones y hoy de RD$3 mil millones, un auténtico candidato a un Nobel de Economía.

Miles de individuos no han intentado obtener una nueva Cédula de Identidad y Electoral y marbetes de vehículos por el gobierno no disponer una campaña de educación ciudadana; el costo de la canasta familiar inflado desde diciembre pasado sin que el gobierno intervenga; el subsidio criminal de US$1,500 millones al año a la inefable CDEEE y las cuestionables plantas a carbón sin obtener inversionistas privados, a cargo del Fondo de Pensiones.

El escándalo del DICAN donde el jefe policial amenaza con castigar a los responsables, lavándose las manos como Pilatos alegando que desconocía todo cuanto ocurría, siendo DICAN un departamento subalterno suyo.

El vertiginoso maratón de eudeudemiento público que implica un 51.17 % del PIB elevada a US$32,179.6 millones, que el 2015 estrena con un préstamo aprobado por los diputados de US$683 millones, cómo definir este panorama.

 

Publicaciones Relacionadas

Más leídas