PANGANDARAN, Indonesia (AP).- Personas con lágrimas en los ojos buscaban a sus hijos desaparecidos y soldados excavaban en las casas destruidas por el segundo tsunami en afectar Indonesia en apenas un par de años. Al menos 339 personas han muerto y otras 600 están desaparecidas o heridas.
Los cadáveres cubiertos por mantas blancas llenaban depósitos improvisados, mientras que otro cuerpo, el de una mujer, continuaba tendido en una popular playa.
«No me importa perder mi propiedad, pero por favor Dios, devuélveme a mi hijo, dijo Basril, poblador local, mientras él y su esposa buscaban entre las pilas de escombros en el centro vacacional de Pangandaran, en la costa sur de la isla de Java.
La zona se salvó de los devastadores efectos del tsunami del 2004 y muchos de sus pobladores no sintieron siquiera el maremoto de magnitud 7,7 del lunes que generó una ola de dos metros de altura.
Pero muchos de ellos reconocieron el peligro cuando vieron el mar retroceder y huyeron a terrenos altos, gritando el alerta. Una ola de agua negruzca se lanzó sobre la playa media hora después, dijeron testigos, lanzando barcos, automóviles y motocicletas contra los centros de veraneo y poblaciones pesqueras. El agua se internó 300 metros tierra adentro.
El número de muertos se elevó cuando menos a 339, dijo un funcionario del Ministerio de Salud, Nurvila Dewi, el martes, mientras que otras 136 personas están desaparecidas y más de 600 lesioneadas.
«Todavía estamos encontrando muchos cadáveres, la mayor parte atrapados en las ruinas de las casas, dijo el jefe de policía local Syamsuddin Janieb en Panganderan.
Un paquistaní y un sueco se cuentan entre los muertos, dijo, sin dar a conocer sus identidades o sexos. Una mujer francesa que resultó herida dijo que su novio está desaparecido.
La mayor parte de las víctimas son indonesias. Un funcionario consular holandés en la ciudad de Bandung dijo que tres de sus conciudadanos habían muerto, pero el ministerio de Relaciones Exteriores en La Haya no pudo confirmar la información.
Al menos 23.000 personas abandonaron sus hogares, ya fuera porque resultaron destruidos o ante el temor de otro tsunami, lo cual podría complicar el determinar el destino de los 160 desaparecidos durante algún tiempo, dijeron las autoridades.