La Plaza de la Bandera está perdiendo progresivamente sus estructuras y casi todos sus bancos, hechos en mármol, le fueron sustraídos.

Las cuatro fuentes de agua están fuera de servicio porque los tres sistemas de bombeo de agua son inservibles.

Apenas dos bancos incompletos quedan en la explanada de la deteriorada ubicada en la intersección de las avenidas Luperón y 27 de Febrero, en la zona oeste de la ciudad.

Personas que dijeron acostumbran a visitar el lugar dijeron que los bancos fueron retirados por particulares para comercializar los materiales. La plaza originalmente tuvo bancos alrededor del área central del monumento.

En este monumento, cuyo cuidado y vigilancia está a cargo de la secretaría de las Fuerzas Armadas, se acumula la basura tanto dentro de las fuentes, como en los deteriorados maceteros en los que se cultivaban flores y otras plantas ornamentales.

El sistema de la iluminación es precario. Faltan bombillas en el tramo de la 27 de Febrero, frente a la Secretaría de las Fuerzas Armadas. Asimismo, está apagado un farol de gran capacidad que ilumina desde abajo el gran arco del que cuelga la bandera. El proyector de este farol, ubicado en el lado nordeste, tiene el protector abierto y carece de la bombilla.

Soldados barren con frecuencia el área, pero, la limpieza no se completa en toda la plaza. Esta limpieza es, principalmente, para cortar la grama.

Una sola fuente tiene agua y ésta es la que se le acumula de la lluvia. No funciona como fuente sino como estanque, está llena de algas y basura como platos, botellas y otros envases plásticos.

La plaza de la Bandera fue construida en una de las administraciones del extinto presidente Joaquín Balaguer. Este monumento se usaba como escenario para celebraciones de actividades culturales, sociales y políticas.

En la explanada, al pie del arco, el piso de mármol está sucio y rotas las losas en gran parte. Las escalinatas que conducen a la explanada superior han perdido parte de las losas. El muro que separa el área de las fuentes de las estatuas están perdiendo los zócalos.

En algunas zonas la maleza crece los pequeños espacios enrre las losas del piso. En la mañana de este Año Nuevo, ningún visitante estaba en la plaza. De acuerdo a una persona que pasó por el lugar, esto se debe a que no hay bancos en qué sentarse a leer, practicar con instrumentos, como se solía hacer o recrear a los niños y envejecientes.

Otro de los inconvenientes es el drenaje que está tapado por basura. Los desechos obstruyen los orificios de los tubos que filtran el agua de lluvia y la mayoría perdió la reja para filtrar la basura.

Las paredes también tienen grafitis, así como la escritura de nombres de parejas que declaran su amor. EL pasado año, este diario publicó reportajes denunciado el estado en que se encontraba. Desde la fecha las Fuerzas Armadas han limpiado el lugar, pero no se ha rehabilitado.