Vanguardia del Pueblo

Vanguardia del Pueblo

ANTONIO PEÑA MIRABAL
Con pesar leí las declaraciones del ex-jefe de redacción del periódico Vanguardia del Pueblo, otrora buque insignia de la opinión surgida en el Partido de la Liberación Dominicana, PLD, mediante la cual sugería a la alta dirección peledeísta realizar los funerales correspondientes a quien en un momento determinado de la vida de ese partido, no solo fue órgano de difusión de ideas, sino ente organizador y soporte financiero del partido morado. Rafael Grullón plantea al Comité Político del PLD, en unas declaraciones dadas a Ruddy Germán Pérez, del periódico El Nacional, «que realice una última edición en la que se escriba el último editorial que deje formal e históricamente cerrado a Vanguardia del Pueblo».

No puede escribirse la historia del PLD sin hacer alusión al papel jugado por Vanguardia del Pueblo. Juan Bosch siempre decía «como anda Vaguardia del Pueblo así anda el partido», dejando claramente establecido de que si en algún organismo partidario el periódico andaba mal, ya fuera porque no se distribuía la cantidad que esa estructura estaba en capacidad de distribuir, o porque existieran deudas financieras acumuladas de varios números, era una muestra de que el partido no andaba bien en ese lugar, y por tanto había que dedicar tiempo para investigar el problema y aplicar los correctivos de lugar. Vanguardia veía la luz pública los miércoles y era esperado con ansiedad por la militancia peledeísta de la época, para descubrir qué nuevo mensaje, qué nuevo análisis sobre la vida política nacional e internacional tenía Juan Bosch para sus lectores.

El nuevo PLD, abierto y clientelista, no muestra interés por Vanguardia del Pueblo, lo que ha decretado su muerte. Hace falta comprender la importancia de un medio de comunicación hacedor de opinión pública, para otorgarle el interés necesario que prolonga su existencia. La involución que vive el PLD no permite a su alta dirección, el Comité Político, observar la sensible baja que significa la desaparición de Vanguardia del Pueblo. Es lamentable que siendo el presidente Fernández el presidente del PLD, un hombre que acaba de dar una cátedra ante invitados de Clave Digital, sobre la importancia de los medios de comunicación, sea el momento en que desaparezca el órgano de difusión de esa organización.

Vanguardia del Pueblo todavía tiene espacio en la sociedad dominicana, solo hace falta voluntad y compromiso con un accionar político diferente, comprometido con la defensa de los mejores intereses de la nación. En estos últimos días somos testigos de cómo la opinión pública, a través de los distintos medios de comunicación del país, le acaba de ganar una partida importante a unos insensatos señores que fueron nombrados por el Senado de la República como jueces de la Cámara de Cuentas, cuya única decisión de importancia que habían tomado hasta el momento, era auto-producirse un escandaloso incremento de salarios. Es significativo también el papel jugado por los medios de comunicación respecto a las intenciones de la OPRET de no otorgar la información sobre el Metro de Santo Domingo que ya un juez ordenó entregar al destacado periodista Huchi Lora.

El acto nacional que Rafael Grullón está solicitándole al Comité Político del PLD para darle cristiana sepultura a Vanguardia del Pueblo, debe utilizarse para relanzarlo con una nueva visión. Solo hace falta un buen director, que conozca las intríngulis de los medios de comunicación, que sepa colocar a Vanguardia del Pueblo en el gusto y preferencia de los peledeístas. Un partido que tiene registrado como miembros a más de un millón de dominicanos, tiene asegurado el mercado que necesita Vanguardia del Pueblo para sobrevivir económicamente. Hace falta también voluntad política de la alta dirección peledeísta para que esto suceda, ya que si no hay interés en este sector partidario de que el PLD cuente con un órgano de difusión, por muy necesario que éste sea, no resucitará de sus escombros.

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