La antropóloga Tahira Vargas consideró ayer que la sociedad dominicana se encuentra en medio de un proceso de crecimiento de la intolerancia, que se refleja en el desconocimiento de los derechos de los demás.
Dijo que aunque hay que reconocer que la sociedad dominicana ha sido violenta desde su formación histórica, antes las relaciones interpersonales estaban normadas por más armonía entre las personas.
Hay un actitud de irrespeto al otro que ha ido creciendo, hay un desconocimiento de los derechos que tiene la otra persona con relación a la interacción social, a la interacción cotidiana y eso tiene que ver con que no ha habido un trabajo del tema de la educación ciudadana, señaló Vargas.
El poder. A juicio de la profesional, una de las manifestaciones que más afecta de la intolerancia es que los límites se transgreden permanentemente, …porque el hecho de yo tener poder, yo tener autoridad, dinero o un arma yo puedo transgredir límites, indicó.
Dijo que esa práctica se ha ido interiorizando en el modelaje social y los frutos que estamos viendo son producto de eso.
Falta confianza
A juicio de Vargas, otro elemento que afecta la sociedad es la inseguridad que, entiende, se ha sentido más insegura al tiempo que se ha incrementado el porte y tenencia de armas.
Antes había más confianza, ahora la inseguridad está deteriorando ese sentimiento y la gente se siente insegura y está frecuentemente a la defensiva frente a los demás, insistió.
Recientemente un hombre mató de ocho balazos a otro por un parqueo.
Zoom
Antes golpeaban ahora se matan
Tahira Vargas refirió que cuando alguien tiene un arma la intolerancia se convierte en altamente riesgosa porque las reacciones impulsivas llevan a matar al otro cuando antes se daban golpes.
Transgresión derechos
Dice que las armas de fuego se han vuelto otro instrumento de poder, porque quienes la portan se sienten superiores.