La Agencia Estatal de la Administración Tributaria española reclama 2,1 millones de euros (1,8 millones de dólares) a Mario Vargas Llosa, una deuda con la que el escritor no está de acuerdo, por lo que ha decidido mantenerla suspendida para que no entre en fase ejecutiva, informó hoy la web Vanitatis.
Una maniobra realizada por consejo de sus abogados y que le ha obligado a pedir una hipoteca privada y a presentar las escrituras de la casa que posee en el centro de Madrid como aval por la cantidad que le reclama Hacienda, según la citada web.
La casa en cuestión, que Vargas Llosa se quedó tras su separación de Patricia Llosa, no está sin embargo a nombre del nobel, sino de una sociedad holandesa de la que es el accionista mayoritario.
Según la web, Vargas Llosa recibió la notificación de Hacienda hace unas semanas.
Una noticia que llega poco después de que Vargas Llosa y su actual pareja, Isabel Preysler, hicieran público que todos los papeles del divorcio del escritor ya están en regla, por lo que podrían casarse en cualquier momento.
De hacerlo, sería el tercer matrimonio para el escritor hispano peruano -tras los de Julia Urquidi y Patricia Llosa- y el cuarto para Preysler -que se casó con Julio Iglesias, Carlos Falcó y Miguel Boyer.