Nadie que haya leído La ciudad y los perros, Conversación en la catedral, El hablador y hasta La fiesta del Chivo, por tan solo citar algunas obras del premio Nobel de literatura don Mario Vargas Llosa, osaría cuestionar los méritos literarios del soberbio escritor peruano que le han hecho merecedor no sólo del gran reconocimiento de la academia sueca, sino también del premio Príncipe de Asturias de las Letras, del Cervantes, entre otros.
Ahora bien, esa misma gloria de la literatura universal fue quien escribió el polémico artículo “Los parias del Caribe”, motivado por los proyectados efectos que produciría la sentencia 168-13 del Tribunal Constitucional, evitados éstos gracias a la ley introducida por el presidente Danilo Medina que ordenó el Plan Nacional de Regularización de extranjeros en condiciones migratorias irregulares.
En el referido artículo, Vargas Llosa calificó de leyes hitlerianas a las aprobadas en RD para los fines migratorios, en alusión franca a las conocidas Leyes de Nuremberg del régimen nazi que promovían la segregación racial, así como otros procedimientos que disminuían la dignidad humana
La comunidad internacional rápidamente se hizo eco del artículo del laureado escritor integrándose así a la campaña que contra República Dominicana. Todos recordamos los niveles de tensión creados en torno al tema migratorio, la sentencia 169-13 y el mismo plan de regularización. No podemos negar que la sociedad dominicana estuvo fragmentada en sus posiciones respecto a esos temas, sin embargo las opiniones de Vargas Llosa hicieron coincidir a las partes encontradas en este asunto en un punto común: el rechazo a las mismas.
Esta tirantez a lo interno de nuestra sociedad se sentía superada con el éxito del plan de regularización, sin embargo, la novatada política del ministro de Cultura, otorgando a través de “un comité» el Premio Internacional Pedro Henríquez Ureña a Vargas Llosa, en un momento políticamente inapropiado, ha provocado que el tema vuelva a estar en la palestra pública.