POR LEONORA RAMÍREZ
Sería interesante que el gobierno le pida referencias a la justicia española, para determinar si es Miguel Vargas Maldonado o el presidente Leonel Fernández el que está involucrado en el caso Malaya, un escándalo de corrupción del ayuntamiento de Marbella, en España.

Con esas declaraciones el candidato presidencial del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), Vargas Maldonado, respondió a los opositores que le atribuyen vínculos en el referido hecho que involucra varias acciones delictivas.

Algunos de los alegados responsables de los hechos ilícitos denunciados en el 2006, tienen inversiones inmobiliarias en República Dominicana.

Nosotros hemos sido reiterativos en ese aspecto, no solamente nos hemos limitado a ese caso, le hemos planteado al candidato presidencial del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) un debate sobre los problemas del país y sus soluciones.

Asimismo, dijo que ha propuesto discutir el origen de sus bienes, los cuales ha adquirido, según él, producto de 34 años de ejercicio profesional y empresarial de mucho esfuerzo y sacrificio.

En el caso Malaya sería interesante que el gobierno le solicite referencias a la justicia española para ver quién está involucrado, si Miguel Vargas o Leonel Fernández en ese caso.

Y yo reitero mi disposición para venir aquí a hacer las demostraciones que hemos planteado.

Enfrentaría corrupción

El candidato perredeísta también se refirió a la autonomía presupuestaria de las entidades descentralizadas, y del respeto con que manejaría ese capítulo.

Cuando se le preguntó cómo enfrentaría la corrupción gubernamental, dijo que con la aplicación de las leyes vigentes se puede reducir ese flagelo.

Al destacar que el dolo en la administración pública siempre ha estado presente, dijo que él asumiría la responsabilidad de enfrentarla a partir del 16 de agosto del 2008.

En ese contexto dijo que se necesita el respaldo de todos los dominicanos para que, a través de las denuncias, se pueda disminuir ese mal.

Los recursos del pueblo se van en las manos de funcionarios, y muchas veces se usan para la compra de conciencia y de voluntades, refirió el candidato.