RAMÓN NÚÑEZ RAMÍREZ
Si bien hay que destacar como elementos más relevantes del comportamiento de la economía dominicana en el 2006 la tasa de crecimiento de dos dígitos en el PIB y una tasa de inflación de 5%, otras variables importantes también mostraron un comportamiento que se explica por el nivel de crecimiento del producto y la elevada confianza de los agentes económicos en las presentes autoridades y el mantenimiento de la estabilidad. Comenzando con la Balanza de Pagos, nuestras cuentas externas cuyo comportamiento explican algunas de las crisis económicas de las ultimas décadas, para el 2006 cerró con un resultado global positivo cercano a los US$96 millones, todo ello a pesar de la agudización del choque petrolero y a un aumento de 56% en el déficit en cuenta corriente que pasó del 1.2% del PIB (base 1991) en el 2005 al 1.7% del PIB en el pasado año. Déficit cercano a US$645 millones, que se explica por un incremento de 19% en las importaciones gravables y de US$317 millones en la factura petrolera. Déficit que no afectó los resultados globales gracias a que turismo aumentó sus aportes en divisas en US$284 millones (8.1%), las remesas familiares en US$318 millones, mientras la inversión extranjera directa se incrementó en US$125 millones (12.2%) variables que reflejan el nivel de confianza de los agentes económicos en el clima para la inversión y la conducción de la política económica por parte de las presentes autoridades.

De los agregados monetarios, fundamentales para el desenvolvimiento normal de la economía y el mantenimiento de una baja tasa de inflación, entre diciembre del 2005 y el 2006 el medio circulante (M1) aumentó en 13.5%, mientras la emisión monetaria en ese período se incrementó en 16%, cifras en línea con el aumento nominal del producto y que desmienten el socorrido argumento de ciertos economistas de la oposición sobre el supuesto secado del circulante como causa fundamental de la sobrevaloración del peso frente al dólar.

El comportamiento estable de la tasa de cambio a pesar de que entre noviembre y diciembre los billetes emitidos aumentaron en RD$10,045 millones (23.1%) se explica por la confianza de los agentes económicos en el mantenimiento de la estabilidad por un lado y la gran afluencia de dólares a esta economía desde el 16 de agosto del 2004 y que se refleja en los volúmenes de ventas en la banca comercial y los agentes de cambio cuyo monto pasó de US$6,912 millones en el 2003 a US$8,363 en el 2004, de US$12,435 en el 2005 hasta US$14,169 millones para el 2006, es decir que desde 2004 a 2006 las operaciones de ventas en los mercados se incrementaron en 69.4%, cifra reveladora del crecimiento económico y el retorno de capitales.

Los economistas asesores del PRD postulan que existe una sobrevaloración de nuestra moneda por efecto de la restrictiva política monetaria, por el contrario el desplome del dólar sería mayor de no haber acometido las autoridades del Banco Central una política de aumento sostenido en las reservas internacionales netas (de acuerdo al programa con el FMI) de 17 millones de dólares (negativo) en agosto del 2004 a US$1,130 millones en diciembre pasado, superior a la meta del programa con el FMI de US$750 millones, mientras a lo largo del año pasado esas RIN liquidas aumentaron en 33%. Por vez primera en décadas por cada peso emitido el BC cuenta con 85 centavos de RIN liquidas.

La evolución de los bancos múltiples también fueron en línea con el clima de confianza y el crecimiento económico y así hemos visto en el 2006 que las captaciones en moneda nacional aumentaron en RD$28,241.5 millones para un incremento de 14.4%, las captaciones en dólares aumentaron en US$154.1 millones para un 7.3%, mientras los préstamos en moneda nacional aumentaron en RD$31,517 millones, un incremento de 23.3%. Resultados que solo se explican en el marco de una economía creciendo a tasas elevadas.

Crecimiento de dos dígitos, inflación de un dígito, saldo positivo de la balanza de pagos a pesar del choque petrolero, estabilidad de la tasa de cambio, crecimiento de los agregados monetarios a tono con el crecimiento nominal del PIB, aumento sostenido de las reservas internacionales del BC, incremento real de las captaciones de los bancos múltiples, incremento extraordinario de las operaciones en los mercados cambiarios, constituyen múltiples síntomas de una recuperación sostenida y sostenible porque está fundamentada en políticas económicas racionales que retroalimentan los niveles de confianza con los cuales arrancó esta administración peledeísta del doctor Leonel Fernández.

El comportamiento de la economía en el 2006, más la renovación del programa económico con el FMI, un presupuesto equilibrado para el 2007, el ingreso en los próximos días al DR-Cafta, la estabilización de los precios internacionales del petróleo, el descenso mundial de las tasas de interés auguran que este 2007 se convertirá en el tercer año de altas tasas de crecimiento del PIB con estabilidad en los precios.