Varices: Qué son y por qué aparecen

Varices: Qué son y por qué aparecen

Varices.

Las venas varicosas son venas retorcidas y agrandadas. Cualquier vena que esté cerca de la superficie de la piel (superficial) puede volverse varicosa.

Las venas varicosas suelen afectar a las venas de las piernas. Eso se debe a que estar de pie y caminar aumenta la presión en las venas de la parte inferior del cuerpo.

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Las varices son algo más que un problema estético: son una señal de que hay una alteración en la circulación venosa, sea porque las válvulas venosas no funcionan o porque las venas se han dilatado y esto no permite que lleven a cabo su función.

¿Por qué salen las varices?

El National Heart, Lung anb Blood Institute de los EE. UU. señala como los  factores de riesgo de mayor peso, los siguientes:

  • Los antecedentes familiares de varices: la mitad de las personas que las desarrollan tiene algún familiar afectado.
  • La edad avanzada: el deterioro inherente al envejecimiento provoca debilidad de las válvulas y las venas.
  • Ser mujer: ellas tienen entre dos y tres veces más posibilidades de sufrir varices que sus homólogos, debido a los cambios hormonales (de la progesterona y los estrógenos) que acaecen en la pubertad, el embarazo y la menopausia. Y también porque la tonicidad de la pared de las venas es menor en las mujeres.
  • El embarazo: el feto ejerce presión sobre las venas de las extremidades inferiores de la madre, lo que dificulta el retorno venoso. A menudo, las varices que aparecen durante la gestación mejoran entre los tres meses y el año posterior al parto.
  • El sobrepeso y la obesidad suponen una presión adicional a las venas y al retorno venoso.
  • Llevar una vida sedentaria favorece su aparición, como también estar en bipedestación o sentado, sobre todo con las piernas cruzadas, durante periodos prolongados de tiempo, ya que las venas deben hacer más fuerza para conseguir retornar toda la sangre al corazón.
Varices
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Cómo prevenir las varices

A pesar de que hay factores de riesgo que no son modificables, desde la ‘Guía de cuidados para enfermos y familiares’ de la Asociación Española de Enfermería Vascular y Heridas (AEEVH) recomiendan una serie de medidas que pueden ayudar a frenar el desarrollo de varices.

Uno de ellos es mantener la piel limpia e hidratada. Es importante evitar el calor directo intenso (sol, agua caliente, estufas, sauna o depilación en caliente). Las duchas frías desde los pies a los muslos y a masajes con geles y cremas específicos favorecen el retorno venoso.

Entre los hábitos dietéticos más adecuados están controlar el peso mediante una alimentación sana y equilibrada, además de consumir alimentos ricos en fibra para mantener a raya el estreñimiento.

También se aconseja realizar ejercicio físico como mínimo 30 minutos cada día. Lo conveniente es incorporar movimiento a las actividades de la vida diaria: subir escaleras, andar al trabajo o en bicicleta o nadar son muy buenas opciones.

También se recomienda evitar la sedestación o bipedestación prolongada. En caso de tener que estar mucho rato de pie, de vez en cuando realizar movimientos que activen el músculo de las pantorrillas, caminar de puntillas un rato o descansar media hora al día con los pies elevados. Si, por el contrario, hay que permanecer sentado, se debe evitar cruzar las piernas y hay que poner las piernas en alto, en un pequeño altillo y, con los pies elevados, de forma regular, moverlos en círculos, hacer ejercicio de extensión y flexión y elevar los talones varias veces del suelo.

En cuanto a la ropa y el calzado, es importante evitar que sean muy ajustados: pantalones, fajas y zapatos estrechos, puntiagudos o con demasiado talón o demasiado planos no son recomendables. Si no hay alguna patología que lo contraindique, lo mejor es dormir con los pies elevados de 5 a 10 centímetros.

Clasificación de las varices

Los signos y síntomas que provoca dependen del grado de evolución de la variz, que puede clasificarse en:

  • Grado I. Son dilataciones mínimas de la vena, en forma de araña, cabeza de medusa o estallido. Es más un problema estético aunque pueden causar pesadez de piernas y cansancio.
  • Grado II. Las venas están dilatadas, tienen un recorrido más sinuoso y son más visibles. Producen sensación de cansancio y pesadez y, con el tiempo, pueden ocasionar pequeñas hemorragias o inflamación local.
  • Grado III. Se da cuando las válvulas venosas son por completo ineficaces y hay extravasación de glóbulos rojos (hematíes) fuera del sistema circulatorio que provoca cambios en la coloración de la piel -que se torna de color pardo- y alteraciones cutáneas.
  • Grado IV. Son las que revisten más gravedad. Sucede cuando, además de varices, se desarrollan cambios en la piel: hay una mayor pigmentación, la piel se vuelve frágil y aparecen úlceras, tromboflebitis (inflamación de una vena con la presencia de un coágulo de sangre en su interior) o varicorragia (hemorragia por rotura de una variz).

Con información de los portales de Mayo Clinic y Consumer.