POR ODALIS MEJIA
Nueve organizaciones empresariales, sindicales y sociales expresaron ayer, durante una vista pública en la Cámara de Diputados, objeciones al proyecto de reforma fiscal y propusieron enmiendas para algunos de sus aspectos. Varias agrupaciones ligadas a la agropecuaria “rogaron” a los legisladores que no aumenten la carga fiscal a ese sector, porque no estaría en condiciones de competir con los otros países que participarán en el Tratado de Libre Comercio.

Hoy miércoles participarán 22 asociaciones. Otras 25 agrupaciones  han manifestado interés en la discusión del proyecto, por lo que el presidente de la cámara, Alfredo Pacheco, instruyó para que sea abierta otra vista pública para el próximo martes.

EXPOSICIONES

El Comité de Emergencia Agropecuaria basó su posición en que a los sectores arrocero, lechero, azucarero y productores de carne les será imposible competir  en el Tratado de Libre Comercio por los altos subsidios que mantiene Estados Unidos, que cubren hasta el 50% de los costos de producción, mientras que en el país es al contrario y,  más bien, los apagones, el costo de la electricidad, la falta de seguro a la producción, recargo, altos precios de combustibles y transporte, más los impuestos, hacen poco rentable la actividad productiva.

Enriquillo Saviñón, a nombre del comité, propuso la eliminación de recargo, gravamen, comisión e impuestos a  la exportación, producción interna y  comercialización de maquinarias y equipos , así como a los bienes de capital, los insumos y materiales de empaque.

La Asociación de Bancos Comerciales, a través de su presidente José Manuel López Valdez, rechazó que se cobre un  impuesto a los intereses de ahorros porque esta medida reduciría en unos RD$36,000 millones, equivalentes a un 15%, la demanda de dinero en sentido amplio y un 56 % de la emisión monetaria.

Dijo que penalizar los intereses de los ahorros provocará que los ahorrantes transfieran a dólares sus depósitos y los lleven a otros países, como Panamá y El Salvador, donde no son gravados

Augusto Pegnand, por los agentes de cambio, sugirió que sea eliminado el impuesto de 1.5 a la transferencia bancaria, el cual es “distorsionante y perturbador” y propicia un monopolio en el mercado.

Dijo además que los agentes sufren por la comisión de 0.10% que cobran los bancos comerciales por un movimiento de una operación por encima de RD$10,000.

Por las amas de casa, Rosario López expresó que debería plantearse dentro de la reforma un aumento en la inversión social, que su publique los 200 artículos que serían gravados con el ITBIS y compensar a los sectores productores, así como otras sugerencias que no son objeto de discusión en el proyecto.

La Asociación Nacional de Hoteles y Restaurantes (ASONAHORES) y la Federación Única de Trabajadores Hoteleros destacaron que ese sector se encuentra muy penalizado, ya que la pasada reforma fiscal aumentó la carga impositiva en alrededor de un 30%, lo que está afectando esa industria considerablemente.

 Arturo Villanueva, vicepresidente de ASONAHORES,  sostuvo que el sector turismo aporta 7.2 del PIB; 22.9% de aporte directo e indirecto, aportó este año RD$15,000 millones al fisco; tiene inversión US$5,900 millones y emplea a más de 200,000 personas.

Propuso se aplique tasa cero de ITBIS al servicio turístico o un ITBIS diferenciado no mayor de 8%; la aplicación de Impuesto a la Vivienda Suntosa de 0.5% a las viviendas para fines turísticos y la no aplicación de impuesto selectivo al consumo a los insumos utilizado en la industria turística.

Una exposición que llamó la atención fue la del señor Claudio Almonte, quien se identificó como un ciudadano común del grupo de “los que no entienden” cómo se pretende aumentar el ITBIS, impuesto cuya recaudación es ineficiente.

Además, criticó que el gobierno gasta RD$6,000 millones al año en publicidad, lo que equivale al 21.44% de la reforma fiscal y que aún teniendo un superávit fiscal en el 2005 no se tomen en cuenta para el presupuesto del 2006.

Propuso que ningún impuesto sea aumentado en cantidad y base si su eficiencia de cobro no es de al menos 75 a 80%. Dijo que de los RD$11,500 millones que el gobierno pretende recaudar con el aumento de la base del ITBIS, mucho se quedaría en manos de los agentes de retención que no lo reportan al fisco.

Osmar Benítez, de la Junta Agroindustrial Dominicana, coincidió con los planteamientos de los sectores del agro y planteó  que “con la comida del pueblo no se juega”, por lo que la producción de alimentos no debe ser penalizada.

Luis Lajara de la Asociación Latinoamericana de Avicultores,  expuso que el país tiene un alto consumo de carne de pollo y que la reforma gravaría los insumos a esa producción, al cobrar impuestos al maíz, la soya, y cobrar un impuesto de 1% a la activos rurales. Dijo que con esto se gravaría en más de 16% el sector lo que implica que saldría más barato comprar pollo congelado traído desde Estados Unidos que adquirirlo en el país.

Agustín Silverio de la Confederación Dominicana de Juntas de Vecinos propuso varias legislaciones para adecuar el sistema jurídico del país con miras  al TLC; para mejorar la situación energética con la aprobación del proyecto al incentivo de la energía renovables; no gravar el azúcar, café y aceite con el ITBIS, entre otras sugerencias.

La Asociación de Empresas de Informática planteó la desventaja que tiene el país para competir en el comercio electrónico que es que domina los mercados en la actualidad.

La British American Tobacco (BTA) propuso  impuestos  específicos múltiples con relación a las marca de cigarro más vendida.

Otro participantes fueron las asociaciones Dominicana de Industria del Cigarro, de Hacendados,  de Fabricantes de Cervezas y la de Instituciones Pecuarias.

Las exposiciones fueron iniciadas alrededor de las 9:00 a.m. y culminaron cerca de las 2:00 p.m. En principio, los debates se iniciaron en el salón de la Asamblea Nacional y culminaron en el  hemiciclo, debido a la rotura de una tubería de la cual emanaba  un mal olor.