CIUDAD DEL VATICANO. AP. El Vaticano ha sido asediado por fugas casi diarias de documentos confidenciales y reportes de tipo amarillista de supuesto lavado de dinero en el Banco Vaticano, luchas políticas internas e incluso un complot para matar al Papa.
Los reportes arrecian en un momento delicado para la Santa Sede y el propio papa Benedicto XVI.
El 18 de febrero, Benedicto coronará a 22 nuevos cardenales, los príncipes de la Iglesia que elegirán a su sucesor. Dichos reportes, por supuesto, no están ayudando a las intenciones del Vaticano ni al pontífice de 84 años. Las teorías de conspiración también apuntan otra fecha inminente: en junio, una comisión europea decidirá si el Vaticano ha acatado una enérgica legislación internacional contra el lavado de dinero y leyes antiterroristas de finanzas. El cumplimiento señalaría un paso importante en el objetivo de la Santa Sede.