CIUDAD DEL VATICANO. AFP. El Vaticano defendió ayer el comportamiento de la jerarquía de la iglesia católica del viejo continente frente a los escándalos por pedofilia que sacuden a Alemania, Irlanda, Austria y Holanda y recordó que se trata de un fenómeno que afecta a toda la sociedad.
En una nota divulgada a la prensa, el vocero del Vaticano, padre Federico Lombardi, reconoció «la gravísima cuestión de los abusos sexuales de menores en instituciones administradas por entes eclesiásticos» y a la vez elogió la «determinada» y «rápida» respuesta de las iglesias locales, lo que suele ser desmentido y reprochado por familiares y víctimas.
«En algunos casos se ha invitado a las víctimas a hablar aún si se trataba de hechos ocurridos hace mucho tiempo», aseguró Lombardi. La declaración del Vaticano es una respuesta a la ola de críticas contra las iglesias locales e inclusive contra el mismo Vaticano acusado de haber ocultado por años los abusos sexuales. Las denuncias en Irlanda, Alemania, Austria y ahora Holanda, que suman más de 500 casos y abarcan largos periodos, han conmovido a la sociedad tras haber conocido los testimonios de muchas víctimas de abusos cometidos en los últimos 30 a 40 años.
Un escándalo que salpicó al hermano del papa Benedicto XVI, el obispo Georg Ratzinger, quien aseguró ayer que nunca se había visto confrontado a las denuncias de abusos sexuales que ahora emergen en el prestigioso coro alemán que dirigió durante 30 años.
Las primeras denuncias en un país poco católico como Holanda por abusos cometidos por sacerdotes de la orden salesiana en el último medio siglo, inquietan a la opinión pública por lo que las autoridades eclesiásticas decidieron este lunes la apertura de una investigación.
Las denuncias «han acelerado la expresión del problema, invitando a las víctimas a hablar aún cuando se trataba de casos sucedidos hace tiempo», sostiene Lombardi. «La cuestión se aborda ahora con ‘el pie derecho’, porque el punto de partida correcto es el reconocimiento de lo que ha sucedido y la preocupación por las víctimas y las consecuencias de los actos perpetrados contra ellas», agregó. «Ciertamente, los errores cometidos en las instituciones y por los responsables eclesiásticos son particularmente censurables, dada la responsabilidad educativa y moral de la Iglesia», admite Lombardi, quien invita a abordar el problema de forma más amplia. «Concentrar los abusos sólo en la Iglesia deforma la perspectiva de los hechos», subrayó el vocero del Papa, quien recordó que en Austria «de 510 casos investigados sólo unos 17 implican a la Iglesia».
El papa Benedicto XVI, que el viernes se reunirá con el presidente de la Conferencia Episcopal de Alemania para abordar el delicado tema, ha condenado en numerosas ocasiones lo que calificó de uno de los «delitos más grave».
Abofeteaba niños
BERLIN. AP. El sacerdote Georg Ratzinger, hermano del papa Benedicto XVI, dijo ayer que abofeteaba a los niños que integraban un famoso coro alemán cuando estuvo a cargo de él en los años 60. Ratzinger también dijo que sabía de las acusaciones de castigos físicos en una escuela primaria vinculada al coro Regensburger Domspatzen, pero que no hizo nada al respecto. Sin embargo, aseguró que no se había enterado de acusaciones de abuso sexual en el coro, las que son parte de una serie de denuncias de empleados de la iglesia en varios países de Europa en los últimos días. En respuesta a las acusaciones de que sus políticas llevaron a ocultar los problemas, el Vaticano dijo que los escándalos por abuso de menores en Alemania y otros países son causa de dolor, pero que la Iglesia ha respondido de manera inmediata y transparente. Sin embargo, el escándalo en instituciones de la iglesia en varios países seguía expandiéndose. En Austria, el director de un monasterio benedictino admitió que había abusado de un menor hace décadas y renunció.