CIUDAD DEL VATICANO (AFP).- El Vaticano condenó este lunes el fenómeno de la prostitución en el mundo como «una forma moderna de esclavitud» e invitó a los católicos a defender a «las víctimas», en general mujeres, y a castigar con más rigor a los «clientes».

En un documento divulgado por el Pontificio Consejo Pastoral para los Migrantes, elaborado por los episcopados de 19 países, por la Conferencia Episcopal Latinoamericana y representantes de numerosas órdenes religiosas y asociaciones que trabajan en el sector, el Vaticano condena la «explotación sexual» y la «violencia contra las mujeres».

Según el texto, el número de mujeres que se prostituyen en las calles «aumentó dramáticamente en el mundo», debido a numerosos factores, entre ellos económicos, sociales y culturales ya que muchas de ellas provienen de países pobres o en vía de desarrollo.

«En Europa y otros lugares, muchas mujeres son víctimas del tráfico de seres humanos y son usadas para responder al creciente pedido de los consumidores», sostiene el texto.

Para la Iglesia, es necesario que la sociedad se comprometa a defender a las «víctimas», casi siempre mujeres y se ponga más atención en el «cliente», que «debe recibir el rigor de la ley más que una condena social», sostiene el documento.

Las instituciones eclesiásticas piden que los llamados clientes reciban también formación sobre el respeto, la dignidad y los valores de una relación sentimental así como sobre la sexualidad.

El cliente es considerado a su vez uno de los elementos del sistema consumista que rige en el mundo, «basado en el comercio del sexo», por lo que resulta también otra víctima, siendo «un esclavo de ese sistema», según el informe.

«Comprar sexo de una prostituta no resuelve los problemas que surgen de la soledad, la frustración o la falta de relaciones auténticas», sostiene el documento.

La iglesia siente la responsabilidad de promover la «liberación» de tales personas y se compromete a defender los derechos de las mujeres, denunciando la injusticia y la violencia perpetradas contra las mujeres de la calle, sostiene el informe.

Igualmente pide que se ofrezcan medios eficaces a las mujeres que quieren salir de tales circuitos y combatir para que la publicidad y los medios de comunicación dejen de humillar la imagen de la mujer.