ROMA (AFP).- Las relaciones entre el Vaticano y la sociedad italiana, en particular los laicos, atraviesan una fase de fuertes tensiones que podrían agravarse con la manifestación de los católicos en favor de la familia, prevista para la próxima semana.

“Estamos presenciando una confrontación que preocupa en todo el mundo”, subrayó este jueves el cotidiano Il Corriere della Sera, tras la polémica desatada por las críticas que hizo un cómico italiano al Papa durante el concierto de música celebrado el primero de mayo en Roma.

Durante ese acto el cómico Andrea Rivera había recalcado que la Iglesia Católica local le negó el entierro religioso a Piergiorgio Welby, el tetrapléjico al que un médico practicó la eutanasia en diciembre de 2006.

“El Papa dice que no cree en la teoría de la evolución. Estoy de acuerdo, la Iglesia nunca evolucionó”, dijo Rivera ante unas 400 mil personas que asistían al tradicional concierto, en el cual participaron más de 20 grupos de rock.

“No soporto saber que el Vaticano le negó a Welby el entierro. Este no ha sido el caso de dictadores como (el español Francisco) Franco o (el chileno Augusto) Pinochet”, clamó el pasado martes Rivera.

   El cotidiano del Vaticano, L’Osservatore Romano, respondió a las críticas el miércoles pasado: “Atacar a la Iglesia es hacer terrorismo” y es “vil lanzar piedras contra el Papa, sintiéndose respaldado por los gritos de aprobación de una masa fácilmente excitable” escribió.

   En el texto del diario vaticano se recordaba también que el jefe de la Conferencia Episcopal de Italia (CEI), el genovés Angelo Bagnasco, recibió en estos últimos meses varias amenazas de muerte.

   Este último, un ferviente opositor de las uniones civiles de parejas, tanto heterosexuales como homosexuales, recibió recientemente una carta que contenía un proyectil.

   Para bajar el tonos de la polémica, el vocero del Vaticano, Federico Lombardi y el jefe del gobierno de centroizquierda, Romano Prodi, pidieron el miércoles de “disminuir la tensión” y “volver al diálogo”.

   Por su parte, la coalición de las derechas defendió la posición del Vaticano, mientras que los partidos de izquierda, inclusive los católicos, juzgaron que era “excesiva” la valoración de Il Osservatore Romano. 

   Sólo la extrema izquierda tomó abiertamente partido por el joven cómico, incluyendo al premio Nobel de la literatura, Dario Fo.

   “Es totalmente insensato, estas reacciones son totalmente desproporcionadas”, declaró este jueves Andrea Rivera, quien defendió su derecho a la sátira.

   Para Stefano Folli, editorialista de Il Sole-24 Ore, “lo que pasó recalca un exceso de nerviosismo del Vaticano”, que supervisa atentamente lo que ocurre en Italia.

   Con un Papa conservador, como Benedicto XVI, quien no pierde ocasión para defender “el derecho a la vida de la persona humana desde su nacimiento y hasta su muerte natural” y la familia tradicional, las relaciones con la izquierda laica se han tensado. 

   “En el seno de la Iglesia Católica existe una corriente que quiere crear un conflicto con los laicos que no existe en la actualidad” destacó Stefano Folli.

   Los dos posiciones contrapuestas se enfrentaran la próxima semana en ocasión de la manifestación en favor de la familia organizada por asociaciones católicas, en la cual participarían un millón de personas contrarias a las uniones civiles de las parejas.

 Las izquierdas ya anunciaron una contra-manifestación.