Managua (EFE).- El escritor peruano nacionalizado español Mario Vargas Llosa auguró que la Iglesia Católica permitirá en un futuro no muy lejano el matrimonio de sus sacerdotes y la unión entre personas del mismo sexo.
Vargas Llosa, quien estuvo por dos días en Nicaragua y recibió una condecoración de parte del presidente, Enrique Bolaños, brindó una entrevista al Canal 2 de televisión local que fue transmitida hasta hoy, y en la que habló de diversos temas entre ellos el religioso.
El literato y analista político de 69 años reconocido por sus novelas, artículos y ensayos, dijo que la Iglesia Católica a escala mundial debe evolucionar, como lo ha hecho a lo largo de la historia, en la que se ha adaptado a las nuevas exigencias de la humanidad.La iglesia ha evolucionado y ha demostrado una capacidad de adaptación extraordinaria a los nuevos tiempos, es decir, que es posible que veamos pronto a una iglesia que acepte los matrimonios gays y que acepte que los sacerdotes se casen, nada de eso es imposible, dijo Vargas Llosa. Agregó que los homosexuales y as minorías sexuales han sido víctimas en gran parte de los prejuicios religiosos, pero afortunadamente en las sociedades se va corrigiendo esa injusticia.
Mencionó como ejemplos de países donde se han legalizado los matrimonios entre personas del mismo sexo al Reino Unido, España, Holanda y estoy seguro que tarde o temprano lo hará América Latina.
Vargas Llosa dijo que ninguna religión por muy fuerte que sea se puede aferrar a una creencia y que la misma Iglesia Católica ha cambiado sus posturas con el paso del tiempo.
La Iglesia Católica de la Cruzada no admitía la coexistencia con otras iglesias, la iglesia de la Inquisición quemaba a los herejes y hoy no quema a nadie y hoy coexiste con otras iglesias, dijo el escritor.
La Iglesia como tantas otras cosas en la historia se irá adaptando e irá aceptando la evolución sobre todo en el campo de los derechos humanos, en verdad es una corrección de injusticias tradicionales y en el caso de los homosexuales, dijo Vargas Llosa.
El autor de La fiesta del chivo al final se declaró un agnóstico que respeta profundamente a la Iglesia Católica y todas las religiones, pero que cree que todas sus decisiones, mandatos y prohibiciones valen sólo para los católicos.