POR ALAN FRAM
WASHINGTON (AP).- La Oficina Presupuestaria del Congreso pronosticó el martes un déficit combinado de 855.000 millones de dólares en la próxima década, sin sumar los 80.000 millones de dólares en fondos nuevos solicitados por el presidente George W. Bush para las guerras de Irak y Afganistán o el coste de reformar la seguridad social.

El vocero de la Casa Blanca Scott McClellan dijo que el gobierno presentará el martes por la tarde su petición de más fondos para Irak y Afganistán. Aunque no aportó detalles, los ayudantes legislativos indicaron que los fondos sumarán unos 80.000 millones de dólares y estarán destinados en su mayor parte a las operaciones militares estadounidenses en ambos países.

El Congreso aprobó 25.000 millones de dólares a mediados del año pasado para las guerras. El nuevo pedido situará en más de 300.000 millones los fondos dedicados a esos conflictos y la lucha contra el terrorismo _ incluyendo 25.000 millones para la reconstrucción de Irak y Afganistán.

«Hemos estado realizado gestiones para solicitar recursos adicionales para nuestras fuerzas»», indicó McClellan.

En medio de estos preparativos, la Oficina Presupuestaria del Congreso pronosticó un déficit combinado de 855.000 millones de dólares en la próxima década.

El cálculo, que abarca desde el año 2006 a finales del 2015, es casi dos tercios menos que el pronosticado por el mismo organismo hace unos meses. Sin embargo, esa merma es debida en su mayor parte a los factores técnicos de contabilidad que requieren la exclusión de los nuevos costos por las operaciones en Irak y Afganistán y otros gastos. En septiembre, el déficit calculado para la próxima década ascendió a 2,3 billones (b) de dólares.

La OPC calcula ahora que el déficit de este año sumará 368.000 millones de dólares, mientras que hace unos meses pronosticó un déficit de 348.000 millones de dólares. Si el cálculo resulta ser correcto, será el tercer déficit más abultado en la historia del país, tras los 412.000 millones del año pasado y los 377.000 millones del 2003.

Además de no incluir el costo de las guerras, la OPC omitió además en su pronóstico el costo que acarreará el plan de Bush para reformar la seguridad social, que podría ascender a 1 ó 2 billones de dólares, dominando la agenda legislativa de este año; y unos 1,8 billones mediante la prorrogación de las reducciones fiscales de Bush y una merma en el impuesto mínimo alterno, que afecta principalmente a la clase media estadounidense.

La oposición demócrata y otros críticos del gobierno han sostenido desde hace tiempo que los recortes presupuestarios promovidos por Bush, en tiempos en que se deben costear guerras libradas a miles de kilómetros de distancia, generarían enormes déficits que eventualmente pondrían en peligro la salud financiera del país.