LA HABANA (AFP).- El documental del alemán Wilfried Huismann según el cual el asesinato del presidente estadounidense John F. Kennedy fue una venganza de Fidel Castro, es una conspiración que busca desviar la atención sobre el caso del anticastrista Luis Posada Carriles, aseguró el periódico Granma.

Con esa conspiración en Hamburgo se busca alejar la atención de los medios sobre Luis Posada Carriles para liberarlo, señaló un extenso artículo del semanario Granma Internacional, en su edición de internet, firmado por su director editorial, Gabriel Molina.

El texto señala que uno de los objetivos colaterales del asesinato de Kennedy fue el de aniquilar a la revolución Cubana, pero ese fin no fue logrado y es la secreta razón para que 42 años después, la conspiración continúe.

La última maquinación viene de rebote desde Alemania, señaló el artículo titulado Kennedy, conspiración en Hamburgo, según el cual Huismann, quien realizó tres años de investigaciones sobre el asesinato, es el instrumento de turno.

Para el rotativo se trata de desviar la atención porque si Posada Carriles llegase a cumplir sus amenazas de decir todo lo que sabe, el Watergate de Nixon quedaría como un epifenómeno de poca monta ante la perversidad que se oculta.

El artículo plantea la tesis de que quienes serían los principales responsables del asesinato ocupan cada vez posiciones más importantes en la actual administración de Estados Unidos y señala que más de 22 personas involucradas en los hechos murieron de forma más o menos misteriosa.

Desde 1963 la lista ha ido creciendo. A ese ritmo, difícilmente quedará vivo algún testigo. Y lo que es peor, no quedará vivo ningún culpable, aseveró.

El alemán Wilfried Huismann no es más que otro peón en este ajedrez. Por eso ignora maliciosamente estas fuentes, señaló Molina, al referirse a informes de comisiones del Congreso norteamericano.

Según la película del cineasta alemán, que dice estar basado en información entregada por fuentes cubanas, rusas y estadounidenses, Kennedy fue asesinado el 22 de noviembre de 1963 en Dallas por Lee Harvey Oswald por orden de los servicios secretos cubanos.

Era la venganza de Castro por la tentativa de la CIA de asesinarlo con un bolígrafo envenenado, afirmó Huismann en el documental que lleva por título Cita con la muerte.

Cuba acusa a Posada Carriles del atentado contra una avión cubano en pleno vuelo en 1976 con saldo de 73 muertos, y sostiene que Washington lo protege al mantenerlo detenido en Texas por cargos migratorios y no extraditarlo a Venezuela, donde tiene cuentas pendientes por terrorismo.