Ve Fernández incurre indudable sumisión

Ve Fernández incurre indudable sumisión

El doctor Hugo Tolentino Dipp declaró ayer que el presidente electo Leonel Fernández incurrió en “indudable sumisión” cuando declaró al diario madrileño El País que no está en primera línea en la lucha contra la guerra en Irak debido a que la República Dominicana el patio trasero de Estados Unidos.

En declaraciones escritas, Tolentino Dipp dice que “quien discrimina a un país arrumbándolo en el patio trasero mal podría reconocer y reclamar el derecho a la igualdad de las naciones y exigir y defender el cumplimiento de los compromisos internacionales que establecen la inviolabilidad de la soberanía nacional de todos los pueblos”.

A continuación, texto de la declaración de Tolentino Dipp:

“Tengo muchas razones para haberme mantenido un tanto alejado de la cotidianidad política de nuestro país, desgraciadamente asaz coyuntural y pedestre, pero no puedo menos que dejar oír mi voz ante unas declaraciones del Presidente electo, Leonel Fernández Reyna,  publicadas en el diario madrileño El País y reproducidas primero por el vespertino El Nacional del 19 de los corrientes y ya luego ayer en los diarios matutinos.

A propósito de una pregunta que le hiciera el periodista de El País en torno a la intervención norteamericana en Irak el Presidente electo respondió  con un argumento que evidencia y enfatiza toda una actitud que se contrapone al respeto que debería merecerle la soberanía nacional dominicana.  Entre otras cosas, dijo el presidente electo: “ Evidentemente no estoy en la primera línea, porque la República Dominicana necesitaba una buena relación con Estados Unidos.  Estamos en el patio trasero.  No podemos  enfrentarnos a ellos”.

¿Patio  Trasero? La apostasía tiene trasunto de Santana y Báez y es sólo explicable en el ejercicio de una convicción que concluye que por pequeños y pobres y necesitados los dominicanos no deben o no pueden, contrariando con ello a los héroes de la Patria, ser primeros y dueños en la  forja de su propia historia y en el quehacer  de su soberanía.

A qué viene la frase “Evidentemente no estoy en la primera línea”.  Es indudable que la sumisión es unívoca.  Quien discrimina a un país arrumbándolo en el patio trasero mal podría reconocer y reclamar el derecho a la igualdad de las naciones y exigir y defender el cumplimiento de los compromisos internacionales que establecen la inviolabilidad de la soberanía nacional de todos los pueblos de la tierra.

Estoy consciente de que una vez más, los que han predicado el pragmatismo político hasta llevarlo a la justificación de la inmoralidad, me tildarán de romántico.  Debo revelar que no lo soy tanto como para no comprender el desequilibrio y la inequidad existentes en el mundo en que vivimos, pero lo soy lo suficientemente,  junto a millones de hombres y mujeres de todas las latitudes, para enarbolar los principios de dignidad que impiden doblar la cerviz y ser condescendientes frente a las injusticias y los abusos del poder.

Frente al vasallaje que es capaz de imponer la opulencia  autoritaria y la amenaza de la fuerza, no pocas veces la verdad y el decoro han triunfado, coronando de laureles a pueblos y dirigentes.  Porque sucede, que  a intervalos el poderoso se ve forzado a inclinarse ante la verdad y el decoro sea tratando de reconciliarse con su Dios o por la ira de los pueblos oprimidos o para no sentirse tan culpable de la  miseria ajena.

Debo afirmar que me resisto a creer que la desdichada frase del Presidente electo fuera un simple desliz circunstancial.  Y esto así, porque viene a mi recuerdo su emocionado propósito de convertir a la ciudad de Santo Domingo “en un Nueva York chiquito”, cuando a los capitaleños les bastaría con ser un Santo Domingo engrandecido.  Temo,  pues, que el problema resurge de las reconditeces  de la identidad personal, condicionada por el deslumbramiento ante el devenir ajeno, tan ajeno de lo que el proceso histórico dominicano orienta como auténtico y original devenir del alma nacional”.

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