POR GERMAN MARTE
El envejecimiento de la población, como consecuencia de la disminución de la fecundidad, que a Europa le tomó casi dos siglos, en República Dominicana se ha comenzado a producir en apenas unas cuantas décadas, observó el demógrafo Francisco Cáceres Ureña.

A medida que va disminuyendo la fecundidad, explicó, la población empieza a envejecer.

“Lo que ocurre es que en Europa la disminución de la fecundidad empezó desde muy temprano del siglo XIX y el XX, y nosotros empezamos a mediado de la década del 60”.

Empero, aunque comenzó más tarde, la reducción en la fecundidad de los dominicanos ha sido mucho más acelerado que en el caso europeo.

Subrayó que bajar de un promedio de hijos de ocho a 2.8 le llevó al país unos 35 años (de 1965 al 2000), mientras que a los europeos les llevó 200 años.

Otra razón fundamental para el envejecimiento de la población dominicana ha sido  una reducción significativa en los índices de mortalidad, a partir de mediados de los años 60.

El envejecimiento de la población, sin embargo, no representa ningún peligro, según Cáceres Ureña, pues el país no llegará a los niveles europeos en muchas décadas.

Señaló que la población rusa se reduce en 500 mil personas por año, producto del descenso de la fecundidad.

“Nacen” produciendo

Algunos países del viejo continente están compensando la pérdida de población o el envejecimiento de la misma  incentivando la inmigración.

Y en esto han salido gananciosos, según Cáceres Ureña, porque además de que pagan una mano de obra más barata, las personas `les nacen` produciendo.

Adujo que un dominicano o dominicana va ocho años a la escuela Primaria, cuatro a la Secundaria, cinco a la universidad y luego “cae en España trabajando al otro día”, pero ese país no ha invertido ni un peso en la formación de ese individuo, y les pagan mucho menos que a un español, “sólo obtienen ganancias”.

Equilibrio homeostático

Cuando las poblaciones comienzan a decrecer o a envejecer, por alguna razón surge algún mecanismo de ajuste.

Es lo que llaman el equilibrio homeostático (o proceso de autorregulación), un equilibrio.

Lo mismo ocurre, advierte Cáceres Ureña, si la población comienza a crecer, el propio crecimiento genera una situación de equilibrio.

 Dijo que en el caso dominicano, si la población decrece y escaseara la mano de obra, por ejemplo, si no vienen los haitianos, sería de otro país, porque siempre habrá quien esté en peor condición que uno.

 PREVISIÓN SOCIAL

Cáceres Ureña advierte sobre la necesidad de que el país sea lo suficientemente previsor y defina un mecanismo de seguridad social que garantice un retiro digno a las personas de más edad.

Indicó que   la  población dominicana seguirá envejeciendo, cada vez será mayor el número de personas mayores de 65 años, “la persona envejece, pero es joven primero, y mientras es joven produce, genera lucro”.

Si parte de esa plusvalía se reserva como  un fondo de retiro, cuando la gente se ponga vieja no habrá problemas.

 Señaló que a veces se quiere hacer creer que las personas de la tercera edad nace vieja, y no es así, pues antes pasó por la primera y luego por la segunda. Más aún, muchos de la tercera edad siguen produciendo.

Además, señaló, los países dependen cada vez menos del trabajo duro, y cada vez es menor la mano de obra en actividades pesadas como agricultura, ganadería y construcción, porque se sustituye por máquinas.