Los Ángeles. Vientos huracanados, con rachas de hasta 128 kilómetros por hora, alimentan hoy las llamas de los incendios que consumen amplias áreas del sureste de California y hacen casi inútiles las labores antiincendios en los alrededores de ciudades como Ventura, Santa Paula y Los Ángeles.
Con cerca de 200.000 personas evacuadas, las autoridades de California declararon la región en la “alerta morada” este jueves por vientos “extremos».
Ken Pimlott, director del Departamento Forestal y de Protección Contra Incendios, aseguró hoy a los medios que “nunca” antes se había usado esta alerta morada en California, que sufre los efectos de cuatro incendios en la región noroeste de Los Ángeles avivados además por la sequedad del terreno.
El incendio denominado Thomas, en el condado de Ventura, unos 100 kilómetros al noroeste de Los Ángeles, sobrepasó ya los 96.000 acres y solo ha podido ser contenido en un 5 %, informó hoy la agencia estatal californiana de protección contra incendios Cal Fire.
Este fuego, que se desató el pasado lunes, ha obligado a evacuar de manera obligatoria a unas 50.000 personas en este condado, con un 42 % de población latina y donde unos 150 edificios resultaron dañados.
En Sylmar, también controlado en un 5 %, ha obligado a la evacuación de más de 150.000 personas, calcinado más de 12.605 acres y destruido al menos 30 viviendas.
En Bel Air, barrio residencial con mansiones principalmente de actores y millonarios de la industria de Hollywood, el peligro aumentó durante la noche y obligó a la evacuación de muchos de sus adinerados residentes, alguno de los cuales perdieron sus propiedades.