POR CARMEN MATOS
CUEVA DEL DUEY, Villa Altagracia.- Una persona nacida y criada en esta comunidad que ve luego del paso de la tormenta Noel no la conocería.
Así lo afirmó Ernesto Montero, de 45 años de edad, quien regresó a la casa de sus padres con la intención de rescatar los pocos ajuares que resistieron a la entrada de las aguas. Como él, otros vecinos sacaban plantas eléctricas, neveras, muebles y restos de electrodomésticos.
Montero admitió sentirse dichoso porque no perdió a ningún ser querido, a la vez que reconoció que se trata de una excepción aquí a todo el mundo se le murió un vecino o familiar, declaró.
La zona de devastación, que permanece parcialmente incomunicada, se convirtió en un campo santo desde el día siguiente a la tormenta cuando rescatistas comenzaron a enterrar cuerpos en los mismos lugares donde eran encontrados.
Todavía aparecen restos humanos y de animales en hasta siete kilómetros de distancia del poblado, aseguran obreros de la Corporación de Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (Caasd) que trabajan allí. La presencia de perros callejeros es también notable en la zona.
Montero volvió a su casa de infancia de la que fue rescatado hace 24 días, y mirando desde lo lejos describió que donde ahora se extiende un fuerte brazo del río Duey había decenas de viviendas.
Los peñascos traídos por las aguas destruyeron a la escuela María Trinidad Sánchez y descubrieron todas las tuberías del lugar.
El sitio es intransitable y para cruzar es necesario arriesgar la vida yendo por caminos improvisados de troncos y ramas creados por los lugareños. El poderoso caudal que adquirió el río crea un ruido que impide la comunicación.
Quien observe detenidamente verá restos de ropa, juguetes, enseres de cocina, colchones y hasta muebles enterrados en el lodo.
Viviano Amparo, otro residente, aprovechó la oportunidad de incursión que ofrecen agentes de la Policía Nacional y la Secretaría de Medio Ambiente para entrar a la desaparecida barriada.
Asistido por sus vecinos y desafiando las mismas aguas que le arrebataron a sus padres, Amparo rescató el carro de concho con que mantiene a su esposa y cuatro hijos.
Fueron reubicados
Los sobrevivientes de La Cueva del Duey fueron reubicados por el gobierno en más de 50 casitas alquiladas de la comunidad Los Guananitos, en San José del Puerto.
Los desplazados, que permanecieron durante dos semanas en la escuela Felicia Cuesta Díaz, recibieron del gobierno RD$1,500 pesos para el alquiler de un mes, así como alimentos para una semana.
La realidad fue distinta para las 97 familias que desocuparon el pasado sábado la Iglesia de Dios pentecostal y que no fueron favorecidos con ayudas.
NOEL EN VILLA ALTAGRACIA
La comunidad de La Cueva fue la más afectada del municipio donde se registró la muerte de 30 personas, así como de otros 50 desaparecidos. Lugareños afirman que la cifra es mucho mayor.
Las tres escuelas cercanas fueron impactadas por las aguas y una de ellas sucumbió.
El pasado fin de semana el río Haina se desbordó nueva vez, descubriendo varios cadáveres de La Cueva.
Unas 13 pequeñas comunidades del municipio quedaron aisladas y varios puentes y carreteras destruidas.
Las aguas produjeron daños severos a la ganadería y agricultura, afectando mayormente al café, cacao y plátanos.
Salud Pública, Visión Mundial y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), entre otras entidades, han llevado asistencia a los afectados.