Juan María Ramírez 
Propietarios de negocios de expendios de bebidas alcohólicas y colocación de música a altos volúmenes las 24 horas, en el proyecto La Nueva Barquita, en Santo Domingo Norte, hicieron “volar” de ese lugar al teniente coronel Emmanuel Dechamps López, porque hacía respetar las normas que rigen esa comunidad en cuanto a orden y seguridad ciudadana. Esto de acuerdo con comunitarios y religiosos.
Los representantes de la barriada y sus entornos solicitan al director de la Policía Nacional, Eduardo Alberto Then, y al presidente Luis Abinader, devolver al oficial que afirmaron fue trasladado a Higüey por presión de quienes pretenden imponer la bulla, el desorden, la delincuencia, la fumadera y otros males en el sector.
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Josefina Madé, presidenta de la Fundación Madé, el pastor Emmanuel Palacio Ramírez, la comunitaria Ivelisse Alcántara Jiménez, recuerdan que el oficial llegó en momentos en los que al lugar no podía entrar un policía, porque lo hacían salir a pedradas y a botellazos.
Confían en que el presidente Luis Abinader ordenará revocar el traslado del oficial, porque la seguridad ciudadana es su prioridad.
Estiman que el general Máximo Ramírez D’ Oleo, director de Recursos Humanos de la Policía, actuó por presión del propietario de un dream que promocionaba “frenar el domingo con hookah, bebidas, que esto se prendió fuego hasta que salga el sol”.
