Vecinos escucharon gritos de niños pero creyeron que eran castigados

Vecinos escucharon gritos de niños pero creyeron que eran castigados

NAGUA.- Los vecinos escucharon sus gritos, pero pensaron que se trataba de una pela que les daba su madre. Instantes después los tres menores murieron devorados por un incendio, que también redujo a cenizas la casa donde vivían.

Manuel Alcántara Núñez, de 10 años; Manuela Martínez Núñez, de siete y Alex Martínez Núñez, de seis años, gritaban desesperadamente y clamando auxilio, cuando la vivienda comenzó a incendiarse, pero los vecinos no les hicieron caso, al creer que se trataba de un castigo que les daba su madre.

El incendio se produjo a las 10:00 de la noche, en el kilómetro cinco de la carretera Nagua-Samaná y, de acuerdo a las autoridades, fue originado por una vela que había sido dejada encendida por su madre, Cecilia Núñez, de 38 años.

Se informó que la madre de los menores salió a buscar unos medicamentos para una varicela que padece, y dejó la casa cerrada con candado, con una vela encendida, en momento en que los niños se encontraban durmiendo.

Miembros del Cuerpo de Bomberos de esta ciudad, que se trasladaron al lugar de la tragedia, trataron de salvar a los infantes, pero fue inútil. La vivienda, que estaba construida de zinc, quedó totalmente destruida.

El cadáver del mayor de los hermanitos fue encontrado calcinado junto a la puerta, cuando trataba de abrirla, en tanto que los cuerpos de los dos más pequeños estaban abrazados.

Cerca de las 11:00 de la noche los restos de los tres menores fueron llevados a la morgue del hospital Antonio Yapur, de esta ciudad.

El padre de los niños, Arístides Martínez Taveras, dijo que está separado desde hace dos meses de Cecilia, y que se encontraba en casa de la señora Priscila Taveras, su madre, cuando ocurrió la tragedia.

Añadió que nunca imaginó que una vena pudiera originar la muerte de sus tres hijos, a los cuales les dio cristiana sepultura en el cementerio de esta ciudad.

[b]LA BIBLIA[/b]

Por su lado, la señora Dolores Gil, predicadora de la Iglesia Adventista del sector, declaró que Manuel Alcántara, el mayor de los tres niños, era un miembro activo de esa congregación, y que llevaba a sus hermanitos al templo, no así la madre, que nunca asistía al templo.

Dijo que lo más extraño es que la Biblia propiedad del niño no se quemó, siendo lo único que se salvó de la tragedia.

El hecho ha consternado a esta población a los moradores del municipio de El factor, en tanto que la Policía informó que ha dispuesto una investigación en torno al caso, aunque se indicó que no hay detenidos.

[b]LAMENTAN[/b]

Por su parte, el presidente del Senado, Jesús Vásquez Martínez y la gobernadora provincial, Amada López de Espinal, expresaron su pesar por la tragedia.

Ambos funcionarios informaron que habían ordenado la construcción de una vivienda a la familia de los menores muertos, así como ayuda económica, a través de organismos sin fines de lucro de aquí.

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