Vecinos del Museo Memorial de la Resistencia en la Ciudad Colonial denunciaron que persisten las molestias por los ruidos de los perros que tiene esa entidad, pese a que las autoridades de Salud Pública han ordenado que se corrija ese problema.
Dijeron que el problema les afecta desde el mes de julio del pasado año, con la alteración de su vida diaria.

Manifestaron que en varias ocasiones han hablado con las autoridades del museo, cuya directora, Luisa de Peña, alega que la custodia por canes resultaba indispensable y aconsejaba paciencia hasta que el comportamiento de los perros cambiara con el adiestramiento que, según aseguró, ellos recibían.

“Después de ocho meses, estos animales se comportan como perros perturbados que ladran todo el día desde que se les guarda temprano, a veces, desde la cuatro de la mañana”, expresan 12 vecinos en una carta enviada a este diario.

Según los denunciantes la perrera está ubicada en el techo del museo y la misma no fue autorizada por Patrimonio Monumental ni el Centro Histórico.

Se quejan además que las autoridades del museo han colocado una cámara de vigilancia que de manera injustificada enfoca a sus propiedades.

“Este proyecto de perrera en el techo, asociado al uso de perros para cuidar los bienes de la institución, ha demostrado que esta forma de vigilancia altera la vida de quienes residen y trabajan en el vecindario”, señalan los afectados.

Recordaron que Salud Pública ha notificado que los perros deben ser llevados a otro lugar, orden que no ha sido ejecutada.