Los vecinos del ensanche Paraíso, en el Distrito Nacional, denunciaron que la penetración de minibuses, autobuses, camiones, carros del concho, motores y guaguas anunciadoras mantienen en zozobra el sector, que ha perdido la tranquilidad que lo caracterizaba.
Deploran que el Instituto Nacional de Tránsito y Transporte (Intrant), la Dirección General de Servicios de Transporte Terrestre (Digesett) y el Ayuntamiento del Distrito Nacional no hayan tomado medidas para evitar el impacto de los vehículos dentro del sector.
Olga Holguín, de la junta de vecinos del sector Paraíso, expresa que en el lugar ya no existe tranquilidad ni seguridad, luego que vehículos del transporte público de pasajeros, camiones de todos tipos y guaguas anunciadoras irrumpieran en las calles del lugar.
Precisa que la mayor explosión vehicular está en las calles Padre Claret y Haim López Penha, las que toman los vehículos para obviar el taponamiento que se forma en la avenida John F. Kennedy antes de llegar a la avenida Abraham Lincoln.
Considera que las autoridades están obligadas a buscar una salida al caos que existe en el ensanche Paraíso, ya que quienes habitan en el lugar pagan impuestos que deben ser devueltos en servicios de calidad por parte de quienes administran los recursos.
Señala que no solo las guaguas penetran al sector, sino que los choferes y los buscones amenazan a los vecinos si estos ponen resistencia o les llaman la atención.
Citó el caso de un chofer de guagua que sacó un bate de jugar pelota porque ella sacaba su auto de la marquesina y no se daba rápido, porque él andaba deprisa.
Holguín informó que habitan en el sector desde hace 57 años, por lo que quisiera vivir sus últimos años en tranquilidad y segura de que no será víctima de los delincuentes que también han llegado a la zona.
El ensanche o Jardines de Paraíso está ubicado entre las avenidas Winston Churchill y la Abraham Lincoln, así como la John F. Kennedy y Gustavo Mejía Ricart.

De su lado, Sonia Valenzuela, que también lleva 55 años en Paraíso, deplora que no es posible que quienes habitan en el lugar paguen las consecuencias de los taponamientos y falta de regulación de las autoridades. Condena que hasta patanas y camiones cargados de hormigón tomen las vías de Paraíso y que las autoridades se queden de brazos cruzados.
Indica que otro de los problemas de taponamiento lo generan los camiones de hormigones de las construcciones, que toman las calles hasta por un día completo, sin importar los trastornos que provocan.
Otro mal. Señalan la incursión de los motoristas que esperan a los pasajeros de las plazas cercanas como Ágora Mall, llevando inseguridad al sector.
Denuncian que son frecuentes los asaltos a las personas que transitan por las calles del residencial, pero que los delincuentes no se detienen ahí sino que hasta trepan por los apartamentos cercanos.