EFE. Reportajes
El proyecto también establece el levantamiento sobre el estado de las parcelas e inmuebles en el área, actualizar y apoyar la gestión de normativa urbanística en la Ciudad Colonial y crear un reglamento sobre las condiciones mínimas de habitabilidad en los inmuebles, así como mejorar la actividad comercial y de servicios en el barrio.

Las partes involucradas en este proyecto esperan lograr sus objetivos en un plazo de unos cuatro años.

La espera ha sido larga y tortuosa, pero ya han llegado los primeros frutos. Se han recogido los cables del tendido eléctrico que atravesaban, sin ningún orden, las casas del sector, y los vecinos se han comprometido a pagar mensualmente el servicio.

Más adelante, según explicó el presidente de la Junta de Vecinos, se empezará a trabajar en las fachadas de las casas, la rehabilitación de monumentos y calles y la realización de talleres de reciclaje que involucrarán a los vecinos de esta barriada.

El ansiado proyecto incluye acondicionar la plaza de la Iglesia de Santa Bárbara, edificada a finales del siglo XIV, sobre la mina de la cual se extrajo el material para construir las murallas de esta zona, puntos de defensa de la antigua Ciudad Colonial.

La parroquia, severamente afectada por el terremoto de 1751, tiene un significado especial para los dominicanos debido a que ahí se bautizó, el 4 de febrero de 1813, a uno de los tres padres de la Patria dominicana, Juan Pablo Duarte.

Los vecinos de Santa Bárbara quieren cambiar la ‘cara fea’ de esta zona para explicarles a sus visitantes «las razones por las que siempre nos hemos sentido orgullosos de nuestra barriada», dice el portavoz del sector, y por supuesto, dejar de ser ‘eslabón perdido’, del Centro Histórico de Santo Domingo.