Vecinos túrnanse para dormir tratando de evitar los robos

Vecinos túrnanse para dormir tratando de evitar los robos

POR GERMAN MARTE
Los robos y atracos mantienen en vilo a los moradores de la Colonia de los Doctores en Santo Domingo Norte, al extremo de que los vecinos tienen que hacer turnos para dormir, porque si no los ladrones se llevan desde las sábanas hasta los cables del tendido eléctrico.

«Por las noches, los hombres de por aquí tenemos que turnarnos para dormir, para vigilar y evitar que los ladrones se lleven los cables, roben en las casas, asalten a las mujeres y a los muchachos cuando vienen de la escuela», expresó Danny Mella.

Los robos se producen a cualquier hora del día o de la noche, y aunque redujeron en días pasados, gracias a un incremento del patrullaje, todavía nadie se siente seguro. Ni siquiera los niños están seguros, pues ya son varios los que han sido víctimas de los malhechores que les quitan el dinero o las mercancías cuando van a los colmados a comprar algo. Miembros de la Junta de Vecinos Agua Primavera, declararon que más del 90% de los negocios han sido atracados por bandas de delincuentes que presumiblemente vienen de sectores aledaños. Entre los negocios víctimas de los ladrones figuran los colmados Tamarindo II, Latino y La Colonia, así como la planta de agua Primavera. «Hay muchos robos, mucha delincuencia. A nosotros mismos nos robaron un motor, nos encañonaron con una escopeta y nos lo quitaron», indicó Heriberto Cerda, del Colmado La Colonia.

De acuerdo con las versiones que ofrecen los vecinos del lugar, en La Colonia Los Doctores operan más de una banda, incluso algunas integradas por menores de edad. «Ahí en la Julio C. del Castillo, niños de menos de 13 años armados de machetes atracan a cualquiera, como si fueran gente grande. Roban a la franca. Ayer abrieron dos ventanas en una casa», afirmó don Mariano Román.

Rosaly Madera dijo que por la calle Seis los ladrones se meten a las casas, a los que van a pie los asaltan y a los motoconchistas les quitan los motores.

Daniel Dominici, de Agua Primavera, dijo que la ola delictiva que se ha desatado en la zona les ha obligado a contratar un guardián para protegerse, pues en noviembre pasado su hijo fue víctima de un asalto. Empero, manifestó que en los últimos tiempos la situación ha mejorado, aunque sigue siendo preocupante.

En cambio, Ramón y Margarita Medrano, de la calle D1 afirman que en ese sector los ladrones no dan tregua y que los vecinos viven bajo candado, «y su usted se descuida, cuando viene a ver se meten a las casas. Eso es una cosa del otro mundo».

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