POR ALTAGRACIA ORTIZ G.
La llegada de los sextillizos a su hogar en El Morro, Villa Mella, el próximo martes, integró ayer a los vecinos y a los familiares para ayudar a Máxima Pérez y Emilio Figueroa, los padres, quienes amplían una habitación donde serán ubicados los seis recién nacidos.

Como la vieja práctica campesina en que las mujeres acudían a la casa de las paridas para lavar los  pañales, los vecinos de los sextillizos se interesan por cada detalle y se integran para ayudar en la reorganización de la vivienda.

La madre de siete niños, una de cinco años y los otros seis de un mes de nacidos, confiesa que está un poco nerviosa al pensar en su llegada y como harán para atenderlos y alimentarlos, que son las principales preocupaciones que tiene.

Los abuelos de los sextillizos también se trasladaron del campo a la ciudad para colaborar con la preparación de la vivienda donde los sextillizos desarrollarán su vida.

La familia de Pérez es de Arenoso, Cevicos, provincia Sánchez Ramírez y desde allá vinieron a Villa Mella los abuelos Teófilo Aquino y Nicolás Pérez.

Leo Alvarez, el maestro constructor, trabajaba ayer en el diseño de la nueva habitación que se amplía para los recién nacidos.

Todos admiten que la llegada de los seis niños cambió ya la vida de esta familia en forma radical, pero alegan que no es tiempo de lamentaciones.

La casa de los Figueroa Pérez era de tres habitaciones y ahora tuvieron que juntar dos para hacer un gran cuarto que pueda concentrar a los seis pequeños.

Al cuarto le colocaron un arco y antes del martes serán colocadas allí las seis cunas que les regaló la tienda La Sirena de la avenida Winston Churchill. Almacenes Rodríguez y Plaza Lama también les regalaron lavadoras, abanicos, estufas y ropas para bebés. Los seis niños consumen cerca de 1000 pampers a la semana y por más cantidad  que se les regale, siempre les faltan.

Ahora el consumo es mayor, porque los seis niños consumen leche a libre demanda.

Aunque, visiblemente nerviosa, la madre de los pequeños dice estar agradecida de la ayuda que también le ha brindado el secretario de Salud, doctor Bautista Rojas Gómez.

Esta semana ya fue una de las enfermeras que serán nombradas por la Secretaría de Salud.

LA REALIDAD

Pérez y Figueroa residen en una casa ubicada en la calle Primera número 80 del sector El Morro de Villa Mella. Se trata de una vivienda relativamente cómoda, pero no preparada para que en ella residan nueve personas.

Por esa vivienda pagan RD$8,000 cada mes y el financiamiento fue tomado a la Asociación Popular de Ahorro y Préstamo. Sólo llevan seis años de pago y fue adquirida para pagarla en 15 años. Esta familia vive de la venta de productos de belleza y limpieza, pero todo se ha paralizado por la dedicación de sus padres a los seis nuevos miembros de la familia.

Sin embargo, para la señora Pérez, sería importante que alguna tienda se interese en adquirir los productos de belleza y limpieza que tiene la familia. “Esa sería una forma de ayudarnos”, sostiene la madre.

Pérez es la primera mujer dominicana que tiene siete hijos de un mismo embarazo, tres varones y tres hembras.

Su parto por cesárea se produjo el 26 de diciembre del año pasado, en el Hospital General de la Plaza de la Salud. Fue asistida por un equipo de 20 médicos que incluyó gineco-obstetras, neonatólogos, cardiólogos y nutricionistas. Los seis bebés llevan el nombre de Manuel Emilio, Hugo Nicolás, Paola Esther, Emilio José y  Marie Kiara y Emily Marie, todos los cuales han crecido y ganado peso.

Hace unos días fueron presentados a los medios de comunicación, pero sus médicos insisten en que deben estar bien cuidados, porque se trata de prematuros que nacieron bajo peso.

Los sextillizos nacieron por el método de infertilidad, pues la pareja buscaba un segundo hijo, porque tenían una hembra. Su caso es el primero que se registra en la República Dominicana.

Los familiares de los sextillizos recibirán ayuda económica de la Secretaría de Educación, una partida de RD$70,000 y RD$20,000 al mes, también Salud Pública entregará otros RD$200,000 que servirán para el arreglo de la casa. El cuarto de los pequeños deberá ser dotado de acondicionadores de aire. También se les donará un inversor para garantizar que tengan energía eléctrica.