Hoy 
Veinte expedientes por maltrato a la mujer ingresan diariamente al tribunal de la capital especializado en casos de violencia de género, la mayoría con heridas de arma blanca y golpeadas a puñetazos.
Un promedio de 18 audiencias conoce el Quinto Juzgado de la Instrucción del Distrito Nacional cada día por violencia a la mujer, y en la generalidad de los casos los hombres acuden a las causas estando en prisión preventiva.
Muchas mujeres corren a la Fiscalía en cuanto son golpeadas, pero otras esconden los golpes, incluso a la familia, por temor a que se les aconseje dejar a la pareja abusadora.
Por el contrario, los testimonios de las mujeres, rendidos en las audiencias, indican que a los hombres se les hace muy fácil golpear a las mujeres y dejarlas.
Los expedientes por violencia intrafamiliar proceden, gran parte, de las 14 fiscalías barriales del Distrito Nacional, por casos ocurridos en sectores enclavados en sectores populares.
El primer obstáculo para Josefina empezar a resolver su problema de violencia intrafamiliar, fue buscar ayuda. No sabía de qué manera explicaría sus intimidades a una fiscal ajena a su entorno familiar.
Sentirse seguras, apoyadas y con asistencia para encarar el mañana, es otro paso que deben dar las mujeres sobrevivientes de violencia intrafamiliar, ya que su decisión implica, a veces, cambiar de empleo y mudarse de sector.
Faltan policías custodias. Dos agentes de seguridad están encargados de la seguridad de las mujeres de todas las partes que acuden a las audiencias en el Quinto Juzgado de la Instrucción del Distrito Nacional.
Sin embargo, se requieren por lo menos de cuatro policías, debido a que las mujeres salen del tribunal solas y abordan vehículos sin seguridad en las afueras del Palacio de Justicia de Ciudad Nueva.
Los peligros son varios. No dan abasto los policías para controlar a los imputados enviados a prisión preventiva. También, para neutralizar a las mujeres, en los casos en que el acusado tiene más de una mujer, y para la familia del imputado, que suele amenazar a la mujer que se querella.
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Son sumisas
Los fiscales y defensores de mujeres víctimas de violencia intrafamiliar coinciden en afirmar que el grave problema de este círculo vicioso está en que la mujer golpeada ni pega ni se atreve a dejar a su agresor. El dilema radica, de acuerdo a los hechos, en que las mujeres se querellan contra los hombres, pero luego los perdonan alegando que ellos son el sustento económico del hogar.
