El incremento en la esperanza de vida de la población dominicana, hasta un promedio de 73 años, ha incidido en el aumento de casos de baja visión o privación parcial de la vista que no puede ser corregida por medio de lentes convencionales, cirugía o medicamentos.
La probabilidad de padecer esta condición se multiplica a partir de los 60 años, especialmente con la aparición de enfermedades visuales, como la catarata, la degeneración macular asociada con la edad, la retinopatía diabética y el glaucoma.
Por cada persona totalmente ciega, hay unos 3.4 individuos con baja visión: con una agudeza visual igual o inferior a 20/60 (lo normal es de 20/20 a 20/30) en el mejor ojo y con la mayor corrección óptica posible, explica la doctora Maritza Mínguez, especialista en baja visión de la Fundación Centro Láser.
Otros parámetros para detectar la baja visión y evaluar la visión funcional son expone Mínguez la reducción del campo visual, de la sensibilidad al contraste, de la visión central y de la percepción de los colores.
La oftalmóloga agrega que la baja visión es una condición irreversible para la cual no existen lentes mágicos que el paciente se ponga y le resuelva su problema.
Para que la rehabilitación funcione, es preciso que el paciente entienda que su vista no volverá a ser la de antes, sino que deberá sacar provecho de su visión residual, a fin de poder llevar a cabo actividades específicas como leer, ver televisión, identificar personas o utilizar una computadora.
Posteriormente, la persona con baja visión puede comenzar a utilizar ayudas visuales, tales como: lupas, telescopios, lentes magnificadores y sistemas cerrados de televisión. Estos mecanismos de aumento permiten que el paciente aproveche mejor su visión residual, añade Mínguez.
Menores y baja visión. Múltiples enfermedades visuales pueden provocar baja visión en menores de edad: albinismo ocular y oculocutáneo e hipoplasia del nervio óptico; así como nistagmo, cararata o glaucoma congénitos.
En grupo, el objetivo de la rehabilitación es que pueda ser escolarizada mediante educación regular.
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Indicadores
Las ayudas visuales son indicadas a partir de los seis años. Antes de esa edad, Mínguez recomienda la estimulación visual mediante técnicas de juego que incluyan el uso de luces, colores y sonidos.
Baja visión
Se recomienda que las personas acudan con tiempo, al menos una vez al año, a su especialista. Es importante que los padres revisen la salud visual de los niños.