En medio de la consternación son velados hasta el mediodía de hoy en la Capilla La Paz de la Funeraria Blandino de la avenida Abraham Lincoln los restos del periodista y productor de programas Balbuena Medina, quien murió el pasado viernes.

A Medina le sobreviven su esposa, Cristina Beato; sus hijos Gabriel y Ronald Medina; sus nietos, Emma y Mateo Medina; y sus hermanos, Ramón, Santa, Carmen, Héctor y Brany.

Los restos del periodista fueron expuestos a partir de las 12:00 del mediodía de ayer y serán sepultados hoy en horas de la tarde en el cementerio La Gina, El Higüero, en Santo Domingo Norte.

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Resaltan aportes y trayectoria en los medios

El director General del Infotep, Rafael Santos Badía, el periodista Carlos Julio Félix y Tasso Medina, primo hermano de Balbueno Medina, coincidieron al afirmar que mantuvieron una relación de mucho afecto con él, que siempre lo admiraron y que nunca fue un periodista de escándalos. Asegurando que con su partida el periodismo pierde a uno de los pilares.

Se quejan desatención

Al hablar sobre el fallecimiento de su esposo, la hoy viuda Cristina Beato expresó entre lágrimas que las fuerzas que le faltaban para poder exponer los detalles de lo ocurrido afirmando que la noticia generará un gran impacto y de por medio existen muchas negligencias médicas. Dijo que la familia buscará que haya sanciones.

Beato afirmó que ha sido difícil asimilar la pérdida de su esposo y explicó que nunca presentó síntomas de ninguna enfermedad hasta que el pasado martes sufrió un desmayo mientras almorzaba. Lo diagnosticaron en un centro médico con una trombocitopenia.

En el velatorio diversas personalidades del área política y académica deploraron el débil servicio de atención a la salud y aseguraron que a causa de ello murió Medina. Así lo señaló Rafael Castillo, diputado de la Fuerza del Pueblo, quien narró que su amigo acudió al Hospital de las Fuerzas Armadas donde fue despachado pero luego de salir de ahí perdió el conocimiento.

Ante esto, explicó que fue nueva vez llevado a la sala de emergencias pero del hospital Plaza de la Salud y, tras una espera de dos horas para ser atendido, su esposa decidió llevarlo a otro centro médico privado, donde llegó en muy mal estado y posteriormente falleció en el lugar.