México.  EFE.  Los cuerpos de los 13 jóvenes asesinados la madrugada del sábado en una fiesta en la urbe de Ciudad Juárez, en el norte de México, fueron entregados ayer a sus familiares y velados, algunos de ellos en una emotiva ceremonia celebrada en una iglesia local.

En la mañana los ataúdes de las seis mujeres y 7 hombres fueron entregados a las familias en la funeraria «Ríos», ubicada en el centro de Ciudad Juárez, dijeron a Efe fuentes de la fiscalía local.     Desde ese lugar los cuerpos fueron trasladados en camionetas de servicios funerarios al barrio Riberas del Bravo etapa 7, donde vivía la mayor parte de los menores asesinados.    

Nueve de los cuerpos fueron velados en la privacidad de sus viviendas, y cuatro en la iglesia El Señor de los Milagros, ubicada en el mismo barrio.    

La ceremonia religiosa celebrada en la iglesia fue acompañada por un centenar de familiares, amigos, vecinos y curiosos que se congregaron para expresar su indignación por la matanza de jóvenes.    

Los trece adolescente murieron la madrugada del sábado cuando un grupo armado ingresó a dos viviendas contiguas en las que se celebraba una fiesta y disparó indiscriminadamente contra la concurrencia, lo que dejó además a 15 jóvenes heridos, entre ellos un menor de 9 años.    

Las edades de las víctimas oscilan entre los 16 y los 25 años.    

Los cuatro cuerpos velados en la iglesia fueron dispuestos  en un parque del barrio Riberas.