Fueron trasladados ayer a Barahona, donde son velados, los cadáveres de Andrea Michel Pérez, de 55 años, y su hijo Manuel Marcelino, encontrados en su vivienda de Cristo Rey, Distrito Nacional, junto a una nieta y otro hijo, graves, presuntamente intoxicados. Serán enterrados hoy.

Siguen críticos la niña Brenda Marcelino, de nueve años, y su tío Kikito Marcelino en los hospitales Robert Reid Cabral y doctor Francisco Moscoso Puello. El presidente de la junta de vecinos, Vicente de los Santos, explicó que al escuchar a alguien quejándose en la vivienda al mediodía decidieron tumbar la puerta y al entrar vieron a los hermanos tirados en el suelo, y Andrea muerta en la cama junto a la niña agonizante.

En tanto, Miguel Ángel Marcelino, hijo mayor de Andrea, dijo que vio a su madre hace tres días y estaba bien de salud y ella le comentó que quería ir el 31 de este mes para Barahona a pasarse el fin de año. Explicó que desconocen cómo ocurrieron los hechos en los que resultaron afectados su madre, hermanos y sobrina, pues sus dos hijos, de once y cuatro años, cenaron con ellos y no les pasó nada.

Los niños le dijeron que cenaron guineo verde, huevo y cebolla y luego se fueron a su casa. Indicó que tenían más de 15 años viviendo en el sector. Consternados. Mientras que los vecinos lamentaban el hecho y describieron a Andrea como una mujer muy amable, servicial y trabajadora.