Velas y pancartas para pedir justicia

Velas y pancartas para pedir justicia

POR FERNANDO QUIROZ
En Hato Nuevo, Manoguayabo, familiares, amigos y vecinos  salieron ayer a las calles en demanda de justicia por el asalto y asesinato de que fue víctima José Armando Báez Estrella, de 23 años, estudiante de término de ingeniería de sistemas. 

La noche del lunes pasado, un día después de su cumpleaños, Báez Estrella fue atacado y acuchillado por la espalda por dos de tres hombres que se desmontaron de una motocicleta, a pocos metros de su casa, en la calle Porfirio Portorreal. Le gritaron “¡esto es un asalto!” le robaron dos celulares y su cartera.

El joven, quien se desempeñaba como soporte técnico de la Ferretería Americana, llegaba acompañado de su amigo Alexandro Taveras, quien pudo evitar ser herido por el otro asaltante. Taveras contó ayer que cuando los asaltantes hirieron a su amigo y huyeron en la motocicleta les lanzó  una pedrada  que hizo que cayeran al pavimento.

“Luego tuve que ir en socorro de  José Armando, quien gritaba en el suelo: me mataron, mi hermano”, agregó.

“Mataron un genio de 23 años por un celular; Se premia al que asalta, Marcha contra la delincuencia, No a la violencia, no más atracos: ¡Justttticia!”, rezaban algunas de las pancartas levantadas por representantes de la comunidad.

Báez Estrella era el mayor de tres hijos de los señores José María Báez y María Altagracia Estrella. Era el único varón. 

Liliana María Báez, hermana de la víctima, se quejó porque  no ve acciones de la justicia para castigar este crimen.

“Mataron a un muchacho noble, bueno, trabajador, estudiante, de una familia humilde”, manifestó entre lágrimas.

Mientras que Lucía Báez, tía del joven acribillado, dijo que la acción de estos desalmados delincuentes llena de dolor y sufrimiento a todos los que le conocían.

“Era responsable, colaborador, buen hijo, buen amigo, sencillo, perseverante”, expresó la tía.

Se quejó por lo que consideró lentitud de las autoridades en esclarecer el caso. “Tienen a una persona detenida y lo quieren soltar  por alegada falta de pruebas”,  indicó.

Decenas de hombres, mujeres y niños marcharon al caer la tarde con pancartas en las manos. En lugar donde cayó Báez Estrella encendieron velas y oraron.

Este hecho ha sido lamentado por el barrio. Los padres de la víctima están sin consuelo, sobre todo la madre, quien no para de llorar.

Juan Cruz, quien recogió y llevó a Báez Estrella al hospital, dijo impotente, a punto de llorar, que las organizaciones de los derechos humanos sólo salen a demandar justicia cuando matan a un delincuente.

Señoras consultadas en el lugar coincidían en que Báez Estrella era un muchacho que todo el barrio lo quería. Dijeron que tienen temor de salir a las calles, de enviar los muchachos de tarde a la escuela. “Vivimos en pánico por la delincuencia”, dijo una señora llorando.

Los participantes en la caminata mostraban también fotografías del joven asesinado.

“A los seguidores del mal los castigaré no sólo con la muerte corporal, sino también con la muerte eterna: Apocalipsis, 23-24”, rezaba otra de las pancartas levantada por una joven.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas