Veleta 2

 Veleta 2

POR FRANCIS MESA
La semana pasada prometí –y eso que no soy político- que continuaría con el tema de los que pasan de un área del espectáculo a otro sin el más mínimo respeto por los demás. Confieso que si fuera otro no lo hiciera, luego de la «rellená» que Jovel, no sé si es hombre o mujer, me diera por lo que dije de Sissy, la ¿cantante?, que antes fue modelo de Sábado Gigante.

Pues bien, he aquí ejemplos que no me dejan mentir: Paris Hilton –y ya dije una vez que me encanta- que participó en la película «La casa de cera», actuación más mala no había visto jamás.

Suerte que muere en el filme –no crean que le deseo la muerte, no llego a tanto- porque así nos libera de verla en una segunda parte (ojalá y nunca la hagan). Esa muchachita «la barbbie de verdad» como le llamo, que no invente otra vez. Pero igual tenemos los casos de Mariah Carey en «Glitter», simplemente deprimente. Britney Spears en «Crossroads», desastrosa. Celineé Méndez en «Éxito por intercambio», insufrible (aunque a la ¿película? no se le salva nada ni nadie). Karina Larrauri en «Negocios son negocios», insípida. Las Spice Girls en su película, a las cinco debieron meterlas presa de por vida. Entonces, si los casos son tantos y tan variados y eso, que sólo me limité a un área, ¿por qué insisten? Concéntrense en una sola cosa, púlanla, trabájenla, perfecciónenla y verán los resultados.

ANDREA… QUÉ MIEDO

De esta película sólo he visto los traillers que se pasan por televisión, por lo tanto, no me puedo formar un juicio de valor radical. Ahora sí, que no sólo este filme me da la impresión de que el fin de todo realizador dominicano es acercarse, a las cosas que se hacen en Hollywood. Aquí entra mi miedo. Que lo que he visto se me parece mucho a los efectos de «El aro». Eso no es malo en el sentido amplio de la palabra. Aquella película tiene unos efectos especiales buenos, sin lugar a dudas. Si un realizador dominicano consigue eso, me parece genial, ahora, lo que no quiero es que ésa sea la única ambición de nuestros directores de cine. Que manejen los temas y los medios que tienen de acuerdo a la realidad local. Que se haga un cine verdaderamente dominicano, sin buscar parámetros. Hollywood está muy lejos y tiene muchos años trabajando productos buenos, regulares, malos, aceptables y mediocres. República Dominicana no cuenta con una filmografía que llegue a las 100 producciones. Entonces, que se dejen de hacer comedias de televisión para llevarlas al cine (sí, ya sé que esos temas ligeros abarrotan las salas), que no usen la trampa de figuras de la televisión, cantantes o modelos para presentarlas en la pantalla grande. Si quieren que la gente de verdad vaya al cine, siempre, no por temporadas, que sepa discernir entre un buen cine y uno malo, que retraten la idiosincrasia del dominicano, sus problemas, su historia. Que se hable de los palomos: «Huelepegas», Venezuela y España; «La vendedora de rosas», Colombia. Las bandas de los menores: «Ciudad de Dios», Brasil y así miles de títulos. Por eso me da miedo «Andrea», porque no quiero ver otra película dominicana, con el sello de «quiero parecerme a Hollywood». Hasta la próxima.

francismesa@hotmail.com

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