Los velones se han adueñado de la decoración y están presentes en los más variados ambientes, y con formas y aromas inimaginables

Elaborados en parafina y a veces cera de abeja, estos objetos imprimen un toque de fragancia, magia y misterio en la sala, el comedor, las habitaciones y cualquier rincón o espacio del hogar.

También se usan como adornos en bodas, cumpleaños y otras fiestas, sobre todo ahora en los tiempos navideños.

Solamente la imaginación pone límite a todas las formas que se pueden dar a los velones, pues de la misma manera que nos los presentan como un apetecible helado, puede ser una lámpara, un nacimiento, una fruta, una casa o algo tan especial que sólo lo logra la creatividad y la fantasía de quien lo elabora.

Se les imprimen diversas fragancias, como de limón, manzana, melocotón, canela, rosa y otras frutas, especies y flores.

También en ellos se combinan una gran variedad de colores y se adornan con arena de playa, flores secas, potpurrí, láminas, canela, clavos y otros elementos.

Aunque la ornamentación con velas y velones tiene una tradición de siglos, no fue sino hace pocos años atrás que los velones decorativos, impregnados de fantasía, han tomado tanto auge en nuestro país.

Por esa razón no solamente se compran en tiendas especializadas, sino que a menudo se imparten cursos que ofrecen las técnicas para aprender a confeccionarlos.

Los velones que mostramos fueron elaborados por estudiantes de la escuela de capacitación María Trinidad Sánchez.