POR ENRIQUE ROJAS
(ESPNdeportes.com).- Mucho antes de comenzar la temporada de Grandes Ligas, Pedro Martínez proclamó que se sentía en las mejores condiciones físicas de los últimos cinco años. Sus palabras sonaron como la tradicional bravuconada del tipo que acaba de firmar un gran contrato y necesita darle un poco de esperanza a los aficionados de su nuevo equipo.

Pero en el caso de Martínez, cada salida al montículo ha confirmado su discurso.

Con su gema de dos hits del martes ante los Astros de Houston, el derecho tiene marca de 7-1, efectividad de 2.45 en 88 entradas y lidera la Liga Nacional con 104 ponches.

El as de los Mets de Nueva York tiene una proyección para conseguir 19 victorias, 286 ponches y 242 entradas lanzadas en el primer año de su contrato de 54 millones de dólares.

Esos números no solamente lucen fabulosos para cualquier lanzador, sino que además colocarían a Martínez en seria disputa por obtener el cuarto premio Cy Young de su carrera.

Posiblemente Martínez no logrará superar las estadísticas que tuvo en las temporadas de 1999 (23-4, 2.07 y 313 ponches) y 2000 (18-6, 1.74 y 284 ponches), cuando obtuvo el Cy Young de la Liga Americana con los Medias Rojas de Boston, pero su dominio actual es bastante semejante.

Y lo más llamativo es que Martínez ha revivido la «Pedromanía» desde Nueva York a Santo Domingo sin contar con la recta humeante del pasado.

Uno de los signos más reveladores de la fortaleza de que alardeó Martínez durante los entrenamientos primaverales es su promedio de 7.3 entradas por salida y los dos juegos completos que ha conseguido en las primeras 12 aperturas del 2005.

Martínez solamente ha fallado en conseguir al menos siete episodios en dos ocasiones (en ambos trabajó seis entradas) y apenas necesita un juego completo más para empatar su mejor total (tres en el 2003) de las últimas cinco temporadas.

Además, está en ruta a conseguir la mayor cantidad de entradas trabajadas en una temporada, superando las

241 de 1997, cuando ganó el Cy Young de la Liga Nacional. De ganar al menos 11 juegos más en los últimos cuatro meses, Martínez se convertirá en el tercer pitcher latinoamericano de 200 victorias, uniéndose a su compatriota Juan Marichal (243), al cubano Luis Tiant (229) y al nicaragüense Dennis Martínez (245), y prácticamente aseguraría el boleto definitivo para el Salón de la Fama de Cooperstown.

Impulsados por Martínez, entre otros factores, los Mets (31-27) se encuentran a un juego del primer lugar de la División Este de la Liga Nacional en junio por primera vez en muchos años.

También, el conjunto metropolitano había superado el millón de aficionados al estadio Shea antes de jugar el partido 31 de la campaña. Los Mets tienen un promedio de 34,828 fanáticos por juego, la octava mejor marca del béisbol este año.

Y pensar que los Medias Rojas de Boston no hicieron muchos esfuerzos por retener a Martínez temiendo que el quisqueyano hubiera agotado sus mejores cartuchos desde el box (cualquier similitud con lo que sucedió a Roger Clemens en Nueva Inglaterra es pura coincidencia).

Tampoco los grandes enemigos de los Medias Rojas, Yanquis de Nueva York, mostraron mucho interés cuando Martínez se convirtió en agente libre.

Curiosamente, con las siete victorias de Martínez, los Yanquis estarían empatados en el primer lugar de la División Este de la Liga Americana.